El que no se atreve a ser inteligente, se hace político
Enrique Jardiel Poncela (1901-1952). Escritos español
La exigencia de Silvano Aureoles, Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, de que los dirigentes del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano organicen una elección abierta para que la ciudadanía elija al candidato presidencial, ya tuvo respuesta y ésta fue patética, lamentable de Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado.
Bajo el pretexto de que si se organiza una elección abierta, “el gobierno metería las manos para perfilar el resultado”, el triunvirato Anaya-Barrales-Delgado pretende hacer caso omiso de esa demanda, y a cambio se ha sacado de la manga que el método deberá ser que la ciudadanía organice foros y mesas de discusión y que de ellos se concluya quién es el mejor perfil para ser el candidato presidencial. Obviamente, lo que el trío nos dirá después es que en esos foros, “la ciudadanía decidió” que Ricardo Anaya fuera el abanderado, Barrales la candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y Delgado secretario de Gobernación.
En el fondo, el trío lo que busca es garantizar un método que le asegure que el candidato sea Anaya, como desde un principio lo ideó, y sabe que una elección realmente abierta, como la que se plantea, nunca desembocaría en ese resultado: bajo ese mecanismo, la favorita indiscutible sería Margarita Zavala, a menos que participara también un independiente a los partidos con el prestigio suficiente como para dejar atrás a los militantes de partidos. Aureoles y Moreno incluso tendrían muchas más oportunidades que Anaya, Barrales y Delgado, dado el desgaste, el desprestigio y las muestras de autoritarismo y antidemocracia de éstos.
El Frente Ciudadano por México está en el filo de la navaja: o nace muerto, o lo hace con el vigor suficiente para realmente ser un serio contendiente en las elecciones presidenciales del 2018. Y ello dependerá del talante democrático de sus cabezas: si el trío Anaya-Barrales-Delgado se sale con la suya y simula foros y debates que concluyan que el “mejor perfil” para la candidatura presidencial es cualquiera de ellos, particularmente el panista, el Frente nacerá muerto y su participación en las elecciones será meramente testimonial para beneplácito del PRI y de López Obrador. En cambio, si el abanderado surge de una auténtica elección abierta entre la ciudadanía, el que sea, éste estará en la antesala de Los Pinos sin ninguna duda.
El quid es delimitar el alcance y el peso de ambos tríos. La clave es definir cuál de ellos pesará más. Veremos.
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