Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión
Paul Auster (1947-?). Novelista norteamericano
Aunque parezca paradójico, es probable que lo más sano que le pudiera ocurrir a la Universidad Michoacana, sería que su rector, Medardo Serna González, fracasara en las intensas gestiones que realiza en este momento para conseguir varios cientos de millones de pesos que hacen falta para el pago de nómina y gasto operativo ordinario de la institución en las cinco últimas quincenas del año.
¿Que fracase? Sí, porque aunque parezca un contrasentido, en el fondo es quizá la sacudida que la universidad requiera, en particular sus depredadores y voraces sindicatos, para entender la realidad a que han llevado a la institución con su política rapaz, de chuparle la sangre hasta dejarla en su actual estado de inanición.
Y es que si Serna obtiene frutos y consigue los recursos requeridos, bien sea del gobierno estatal o del federal, o de ambos, le dará la razón a la mafia sueumista y a su dueño, Eduardo Tena, en el sentido de que siempre habrá quien saque del atolladero a la universidad, que todo es cosa de pedir y saber gestionar, lo que significa que pueden seguir año con año exigiendo más y más recursos, no importa que para el último trimestre ya no haya presupuesto, porque al fin y al cabo el gobierno cederá al chantaje y canalizará los recursos necesarios para el tramo final del año.
Ya se sabe que Tena y sus secuaces, lo mismo que los ya también depredadores líderes del sindicato de profesores, no conocen límites, no tienen la menor noción de responsabilidad, y sólo van a lo único que saben hacer: desangrar a la universidad. Claro, con la confianza de que el gobierno siempre saldrá al quite.
Por eso, mi planteamiento de que, en una de esas, acaso fuera sano que por primera ocasión ni el gobierno estatal ni el federal cedieran al chantaje de los sindicatos universitarios y le den la espalda a las negociaciones que hace Serna. Es loable el esfuerzo de éste, porque se entiende que es su obligación, pero para él mismo es altamente probable que fuera sano regresar con las manos vacías de su periplo gestionador de recursos, habida cuenta que sólo así se confirmaría que es real su discurso de que la institución se encuentran en quiebra y que en este momento simple y sencillamente no hay para pagar siquiera la nómina.
Tena y el sindicato de profesores insisten en que miente Serna cuando advierte que ya no hay dinero. Pues sólo con hechos se confirmaría que tal aseveración es cierta, y más aún, es acaso la única alternativa para que los sindicatos entiendan la urgencia de que se modifique el actual régimen de jubilaciones y pensiones y en general se aterrice la imprescindible modificación de fondo al sistema de operación nicolaita en todos sentidos.
Tan fácil, pues, como esto: si Serna consigue los cientos de millones que anda gestionando, paradójicamente él y la universidad misma perderán, porque obtendrán “paz” durante dos meses, pero alargarán quizá indefinidamente las reformas necesarias. Si fracasa, acaso les caiga el veinte a los mafiosos sindicatos universitarios. Lamentablemente, a veces deben venir porrazos de tal magnitud que hagan despertar conciencias. Por eso, por el bien de la Universidad Michoacana, ojalá Serna fracase en sus gestiones. Suena duro, pero estoy convencido de que es lo mejor que le puede ocurrir a la institución. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmt>