El problema de la democracia es que hay muchos votantes sin dos dedos de frente, de los que se aprovechan los sin vergüenzas.
(anónimo)
Quisiera creer que Andrés Manuel López Obrador no habla en serio; desafortunadamente, sí lo hace.
Anticipa este fin de semana sus dos estrategias para pacificar al país, si es presidente, claro: primero, otorgar amnistía a todos los líderes del narco y del crimen organizado en general, y segundo, “exigir” al presidente Trump que restrinja la venta de armas en su país, Estados Unidos.
Y digo que quisiera creer que no habla en serio el tabasqueño, porque sin duda tiene posibilidades de ganar las elecciones y, por ende, de ser presidente de México. Por eso aterra que su “estrategia” contra la criminalidad y la inseguridad se reduzca a dos auténticas puntadas, una estúpida e inmoral y la otra ingenua a grado tal que raya en lo demencial.
¿En verdad cree López Obrador que dar amnistía, esto es, libertad y borrón y cuenta nueva, a todos los líderes criminales que se encuentran hoy en prisión, o incluso a los que sin estarlo puedan aprovechar la oportunidad, hará que éstos se tornen “buenos” ciudadanos y que no vuelvan a delinquir?
Alguien debe decirle al tabasqueño que su idea de que si él perdona a los políticos corruptos –como casi todos los que le rodean-, ya con eso ellos se purifican y se vuelven santos y honestos, es una tontería del tamaño del mundo, por llamarlo de una manera decente. Por supuesto, más lo es si supone que los líderes criminales acudirán presurosos a su llamado al perdón y se tornarán de la noche a la mañana en ciudadanos ejemplares.
Y ni hablar de la estupidez de “exigirle” a Trump, el otro loco que gobierna Norteamérica, que en su país ya no se vendan tan fácilmente armas y municiones. ¿Será honesto López Obrador cuando anuncia que plantearía, como presidente, esa exigencia a Trump?, ¿no es capaz de anticipar la respuesta que tendría de Trump?, ¿cómo supone que podría “exigir” a éste que cese la venta indiscriminada de armas en su país?
Si este tipo de “propuestas” son las que tiene López Obrador, ya podremos imaginar la clase de gobierno que encabezaría y, lo peor, lo que le esperaría a México con alguien que basa sus estrategias torales en puntadas y estupideces. Al tiempo.