La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo
José María Vargas Vila (1840-1933). Escritor colombiano
Alfonso Augusto Ortega Caire fue uno de los treinta y dos michoacanos que respondieron a la convocatoria que emitimos los integrantes del Comité Seleccionador del Consejo Ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción. Tras un proceso de evaluación, decidimos designar a cinco, porque ese es el número que la ley establece. Alfonso no fue uno de ellos.
Al respecto, hace pública su inconformidad por dicho proceso, al que califica de “completamente oscuro”.
En este espacio no puedo hablar a nombre de nadie más. Sólo a título personalísimo, como integrante de dicho comité.
Primero, debo decir que coincido con Alfonso en los puntos que maneja sobre la falta de publicidad de los criterios que empleamos para calificar a los aspirantes y también de los documentos que éstos entregaron al registrar su postulación. En relativo descargo del comité, hay que advertir que se trató de un ejercicio inédito, sin precedentes, que por tanto adoleció de algún referente que nos sirviera de modelo, amén de que, obvio, por esa razón ninguno de los nueve integrantes del comité teníamos experiencia alguna en ese tipo de procedimientos.
Por supuesto vamos a dar a conocer los criterios que empleamos en la calificación y respecto de los documentos que los candidatos entregaron, se definirá si procede o no su publicación, atendiendo a que ellos estén de acuerdo, dado que es su derecho decidirlo en cualquier sentido. Probablemente debieron haberse difundido antes, pero creo que cabe la justificación de que la prioridad, en función del escaso tiempo del que disponíamos, era organizar las comparecencias y luego el proceso de calificación. Igual, los videos de las comparecencias estarán disponibles.
Y sobre el resultado en sí, ya lo dije en una entrega anterior y lo reitero: yo voté por tres de los cinco ciudadanos electos, porque estoy convencido de que había dos perfiles más completos que quedaron afuera. Empero, igual soy un convencido de la democracia y acepté sin chistar el resultado, dado que éste fue producto de la decisión mayoritaria del comité. En democracia, con Pitágoras no hay pierde. Por eso mis alegatos se quedaron al seno del comité e institucionalmente acaté la decisión del comité. Punto.
¿Cómo llegamos cada quien a ese resultado? Una parte en función de mediciones objetivas, en base a preparación académica y experiencia profesional, pero otra muy importante bajo el intangible de la subjetividad, la decisión discrecional, básicamente producto de las comparecencias.
Yo no tengo empacho en advertir que no recibí presión de nadie –que por supuesto no hubiera aceptado-, que la decisión que tomé fue con entera libertad y autonomía, con la mejor buena fe, porque soy un convencido de la importancia de la oportunidad histórica para que la ciudadanía comience a incidir en los temas anticorrupción de manera protagónica, pero, sobre todo, porque iba mi prestigio, mucho o poco, en juego. No tengo ningún problema ni cargo de conciencia. Es claro que pude haberme equivocado, que el comité pudo haberse equivocado, porque bajo otros criterios de selección y otros ojos, seguro pudieron haberse elegido otros perfiles, dado que en realidad la mayor parte de los inscritos eran altamente viables.
Quiero creer que el resto de mis compañeros del comité actuaron bajo ese mismo principio, pero es obvio que tampoco me consta. Fue decisión individual y cada quien responde por sí.
Es lo único que puedo responder a Alfonso y al resto de los candidatos. Tampoco se trata de estar utilizando este espacio para contestar a cada inconformidad. Es la única vez que lo haré, por respeto a mis lectores. Que valga este comentario para cualquier otra “queja” similar. Saludos Alfonso.
N. de R: me permito transcribir íntegra la postura que hizo pública Alfonso.
A la opinión pública:
El proceso de selección para los que fungirán como Consejeros del Sistema Estatal Anticorrupción ha concluido, pero desafortunadamente lejos de ser un proceso transparente ha sido un proceso completamente OBSCURO. Se supondría que la elección de un órgano rector tan determinante en el momento histórico que estamos viviendo, y realizada en este caso por nueve ciudadanos, debería de haber sido ejemplo de equidad, transparencia, legalidad y rendición de cuentas; sin embargo, no es así. Es por esto que he solicitado al Comité de elección se subsane un poco esta terrible falta y ejerciendo mi derecho como ciudadano michoacano pedí el que sean publicados TODOS los perfiles de las personas que concursaron; de igual forma, al haber sido un método en el que se evaluó a las y los candidatos, necesariamente deben de existir calificaciones y criterios en las mismas. Todo esto debe ser público a fin de que se atiendan de alguna manera los principios de máxima publicidad, rendición de cuentas y transparencia a los que ha faltado el Comité; los datos que pido sean publicados en los diferentes medios electrónicos son los siguientes: • Resumen de CV, nombre, grados académicos, experiencia profesional, distinciones. • Experiencia en diseño e implementación de políticas públicas. • Experiencia verificable de al menos cinco años en materias de transparencia, evaluación, fiscalización, rendición de cuentas o combate a la corrupción. • Escrito de postulación del aspirante al Comité de Participación Ciudadana, en caso de postulación por otra persona y/o institución u organización, deberá acompañarse el escrito de aceptación de la postulación del aspirante. • Carta de declaración de intereses. • Plan de trabajo y/o exposición del día de la entrevista. • Entrevista grabada. • Calificaciones y criterios de evaluación en todos y cada uno de los puntos que fueron sometidos a ello.
Todos estos fueron requisitos tanto en la convocatoria como en la “Ley del Sistema Estatal anticorrupción para el Estado De Michoacán de Ocampo” y los candidatos entregaron carta firmada en donde se acepta sean públicos, por lo que se supondría deberían haber sido expuestos y ello no ha sido realizado; es más, en su página comisionseamichoacan.org en la parte de “transparencia” no hay nada, está vacía.
Si bien es cierto que en la convocatoria se menciona que las decisiones del comité son “inatacables” eso no les permite el realizar una selección sin dar la menor certeza en el cómo y bajo qué criterios se hizo la selección, ya que con su actuar solo han generado incertidumbre, desconfianza, simulación y suspicacia. Nada de esto hace falta en Michoacán, no es justo que conviertan lo que fue una buena idea en un ente más de desconfianza para la ciudadanía. En resumen, no estoy pidiendo otra cosa más que lo que es una obligación legal y que se supondría se estaba buscando conformar con los ciudadanos que acudieron a la convocatoria, tal como viene en el contenido de la “Ley del Sistema Estatal anticorrupción para el Estado De Michoacán de Ocampo”, publicada el martes 18 de julio del presente año en el periódico oficial. En ella, de manera muy clara se señalan los criterios de conocimiento y honorabilidad que deben tener los que ocupen los puestos señalados, y en los cuales este comité ha obviado y ocultado ilegitimando este proceso de forma.
Los cuatro ejes en los que se supone debió estar basado el plan de trabajo de los candidatos a consejeros eran: Transparencia, Evaluación, Fiscalización y Rendición de cuentas, además de contar con experiencia probada en temas anti corrupción; conozco un poco del trabajo de algunos de los que resultaron elegidos y de ninguna manera he observado en su actuar que se destaquen en ellos. No es posible que el comité encargado de la conformación no haya informado del cómo y por qué eligieron a los ciudadanos que eligieron, sencillamente aparecieron, es el colmo, el comité encargado de elegir el Sistema Estatal Anticorrupción no fue trasparente, ni ha rendido cuentas. Es cuánto.
Atte: Mtro. Alfonso Augusto Ortega Caire. Ex Consejero Local INE Michoacán Responsable de vinculación Morelia Patrimonio de la Humanidad A.C. Afiliado a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI)