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domingo, mayo 4, 2025

SWINGER POLÍTICO

Para el orden moral, no hay nada más excitante de reprimir que la perversión que a uno le espera

Valerie Tasso (1969-?). Sexóloga francesa

 

jaimelopezEn términos sexuales, swinger se conoce a quien practica el intercambio de parejas. Hoy, perredistas y panistas perfectamente pueden caber en esa definición. Pero a diferencia de la práctica sexual, que aunque se ha extendido, aún tiene que manejarse un tanto en lo oscuro, en la política, al menos en la subdesarrollada política mexicana, ya sin pudor ni recato se practica a los ojos de todo mundo.

Panistas y perredistas, ya se sabe, firmaron un pacto swinger, un pacto de intercambio de candidatos, de programas, de plataformas, de prerrogativas, de militantes, de fluidos…políticos, claro.

Ese pacto firmado para nada en lo oscurito, deberá materializarse en la precampaña y la campaña electoral de Ricardo Anaya, el dueño ahora ya no solo del panismo, sino del PRD entero. Este martes en Morelia, tuvo su debut. Claramente y por razones obvias, el intercambio es mucho más natural para los panistas: a fin de cuentas, Anaya es de los suyos. Pero los perredistas michoacanos, como sucederá seguro con los de todo el país, tuvieron que pasar aceite al verse obligados a participar de una práctica insana.

Cual hombre o mujer que no está convencido de protagonizar un intercambio estilo swinger, porque por lo menos lo considera raro, sino es que inmoral, pero que se ve obligado a hacerlo para complacer a su pareja, este martes los perredistas michoacanos tuvieron que hacer de tripas corazón, sacar las máscaras para ocultar la vergüenza y lanzar loas a Anaya.

Sí, los supuestos hombres y mujeres de izquierda tuvieron que complacer a sus jerarcas y ser partícipes de una práctica de perversión política.

Más de alguno me llamó en lo corto para tratar de justificar su presencia y su “apoyo” al joven maravilla con visos de dictador y fascista.

Mi reflexión que les compartí a quienes me hablaron previo al evento: ningún cónyuge está obligado a volverse swinger si no está convencido, si es solo para agradar a su pareja. Está siempre por delante su libre albedrío para hacer lo que en conciencia crea mejor, incluyendo la posibilidad de alejarse del escenario si lo considera peligroso. Por supuesto, lo mismo aplica en política, en este caso para los perredistas. Si se mantienen participando del juego erótico-político, es por su decisión, nadie los obliga, así que nadie se diga luego engañado. ¿Estamos?

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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