Fueron 211 hombres y 8 mujeres de la Clase 2006 del Servicio Militar Nacional, Remisos y Mujeres Voluntarias
La explanada de la 21/a Zona Militar de Morelia se llenó de voces firmes y miradas decididas, ya que entre uniformes impecables, aplausos y notas del himno nacional, 211 hombres y 8 mujeres de la Clase 2006 del Servicio Militar Nacional, Remisos y Mujeres Voluntarias, rindieron protesta de bandera, jurando defender con lealtad los valores, instituciones e integridad territorial de México.
El evento fue encabezado por autoridades civiles y militares, entre ellos Jesús Adrián Uribe, Subsecretario de Desarrollo Provincial en representación del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, así como el General de Brigada Diplomado Estado Mayor, Juan Bravo Velázquez, Comandante de la 21/a Zona Militar, donde frente a ellos, jóvenes soldados alzaron la voz con firmeza, demostrando que el compromiso con la patria sigue más vivo que nunca.
Las palabras del general Zaragoza resonaron en los discursos: “Estoy resuelto a no dejar las armas de la mano hasta no ver a mi patria restablecida” , hoy, esa voluntad se traduce en preparación, disciplina y amor por México.
Uno de los protagonistas del día fue Salvador Herrera Mejía, de apenas 18 años. Con voz entusiasta, compartió su experiencia: “Fue algo muy bueno. Aquí siempre procuran nuestra protección y todo lo que nos enseñan nos servirá en el futuro: desde marchar bien, hasta primeros auxilios y protección civil”. Su mayor anhelo ahora es claro: causarse alta en el Ejército. “Ya me dijeron los requisitos y sí, es totalmente posible”, dice convencido.
La ceremonia también rindió homenaje al papel de la mujer mexicana en la historia nacional, desde las insurgentes hasta las adelitas, reconociendo que hoy, en el ámbito militar, desempeñan funciones clave en diversas áreas.
Con la bandera ondeando al viento, la voz unida de estos jóvenes marcó el cierre del acto: “¡Que viva el Servicio Militar Nacional! ¡Que viva Michoacán! ¡Y que viva México!”. Un recordatorio poderoso de que el espíritu de defensa y compromiso sigue latiendo fuerte entre las nuevas generaciones.
