La libertad es siempre libertad para quien piensa diferente:
Rosa Luxemburgo (1871-1919) Activista socialista polaca
Por si había alguna duda respecto de la postura censuradora de la presidenta Claudia Sheinbaum, dos perlas que lo dejan todo en blanco y negro:
Primero, a propósito de la pausa ordenada por ella a los senadores cuatroteístas, a la aprobación de las reformas a la Ley de Telecomunicaciones, advirtió hace tres días que era para escuchar a todas las voces, para debatir, para abrir foros de análisis y propuestas sobre el tema, pero que al final del día el fondo de la reforma no se movería, seguiría intacto.
Y justo ese es el problema: el fondo. De nada sirve que en el parlamento abierto se escuchen todas las voces si al final, como sucedió con la reforma judicial, el fondo se quedará tal cual lo quiere Presidencia, y que no es otro que el control y la censura de los contenidos en medios de comunicación y en redes sociales. Será como pintar la fachada de la casa pero dejar su interior derrumbado.
Y un día después, con relación al dictatorial planteamiento de Paco Ignacio Taibo dos, de que el gobierno nacionalice la concesión de TV Azteca “por salud de la nación”, Sheinbaum no descartó la tiránica propuesta, solo advirtió que Ricardo Salinas Pliego, el concesionario, debe pagar los impuestos que Hacienda dice que le debe. Es decir, para Sheinbaum la concesión de TV Azteca es una pistola martillada lista para jalar del gatillo si Salinas no paga impuestos. Si el empresario le debe al fisco, Hacienda tiene herramientas para obligarlo a pagar, aunque él está en su derecho de defenderse si, como asegura, es infundado ese cobro. Pero la presidenta ya vio el pretexto no para cobrarle a Salinas, sino para censurar un medio de comunicación especialmente hostil con su gobierno y con la 4T.
Esos dos episodios retratan nítidamente la visión de Sheinbaum sobre los medios: o se alinean… o se alinean. Y si no, ahí estará una ley para hacerlos entrar al redil. No lo ve, solo el que no quiere.
X@jaimelopezmtz