Lo que las leyes no prohiben, puede prohibirlo la honestidad:
Séneca (4 a. C. – 65 d. C.) Filósofo romano
El Cabildo ha decidido entregar la Presea Generalísimo Morelos al cardenal Alberto Suárez Inda. Se trata de la condecoración oficial más importante del gobierno capitalino.
En teoría, se entrega a personajes o agrupaciones cuya labor ha sido relevante para el bien de la capital. La definición ciertamente es muy ambigua y en ella cabe quien sea, con un poco de voluntad.
Sin duda, Suárez Inda es un líder religioso respetado prácticamente en todos los sectores sociales de la entidad y con justificada razón. Se ha caracterizado por un liderazgo religioso tolerante, respetuoso, solidario e incluso de corte ecuménico. Pero todo ha sido, como es normal, en su ámbito, el de la Iglesia Católica, mayoritaria sí, pero lógicamente sectaria.
Empero, no estoy absolutamente convencido de que sea lo más sano que el poder civil “reconozca” a líderes religiosos, en un estado laico.
Los “logros” de un cardenal deben ser reconocidos por su feligresía, no por el gobierno, en un país donde la laicidad ha sido un soporte fundamental en la estabilidad institucional de la nación. X@jaimelopezmtz
