Se presentan en el Fraccionamiento Villas del Pedregal, la Plaza Comercial U y el Centro Comercial Espacio Las Américas
Morelia fue sorprendida este lunes con una serie de actos musicales profundamente emotivos: soldados armados con instrumentos musicales arribaron a las plazas públicas y centros comerciales para ofrecer algo más que melodías, otorgaron una muestra palpable de que el Ejército Mexicano es cercano, humano y comprometido con su gente, con su país.
Desde el corazón del Fraccionamiento Villas del Pedregal, hasta la Plaza Comercial U y el Centro Comercial Espacio Las Américas, la música rompió la rutina con un estruendo de trompetas, redobles y saxofones que, lejos de anunciar orden cerrado, tejían emociones.
Se trató de una serie de flashmobs perfectamente orquestados como parte de las actividades de Acercamiento Social impulsadas por la 21/a. Zona Militar.
El inicio fue sorpresivo. Entre la multitud que compraba o paseaba con sus familias, algunos uniformados comenzaron a afinar instrumentos.
Unos segundos después, una sinfonía militar adaptada al ritmo popular prendió el ambiente: piezas tradicionales mexicanas resonaron en el aire, ganándose aplausos y sonrisas.
Lo que parecía un acto improvisado, era en realidad una intervención minuciosamente planeada con un solo objetivo: acercarse, como nunca, a la ciudadanía.
Este tipo de iniciativas, aunque breves en tiempo, son vastas en significado. En tiempos donde la desinformación y la distancia social pueden sembrar dudas, estos momentos reivindican al Ejército como una de las instituciones de mayor confianza en México. Y es que la relación entre los militares y la sociedad civil ha evolucionado, pasando del respeto distante al reconocimiento cercano.
Para las y los michoacanos, esta jornada tuvo un sabor especial. En una tierra donde el uniforme suele asociarse con operativos o patrullajes, ver a los militares en una faceta artística y festiva reafirma su carácter multifacético, son defensores, sí, pero también ciudadanos, artistas, padres, madres, hijos y hermanos.
No faltaron quienes grabaron con sus celulares, quienes tararearon con nostalgia o quienes simplemente se quedaron quietos, conmovidos por la armonía. A través de la música, los soldados tocaron algo más que notas, tocaron corazones.
Con estas acciones, el Ejército Mexicano deja claro que su compromiso no se limita al combate o la seguridad. Se trata de construir puentes de confianza, comunidad y pertenencia. En Morelia, hoy, esos puentes sonaron a tambor, trombón y esperanza. (RED 113 MICHOACÁN)