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domingo, mayo 4, 2025

BORRÓN Y CUENTA NUEVA

El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender, está tratando de forjar un hierro frío

Horace Mann (1796-1859). Educador estadounidense

 

jaimelopezSi quieren en verdad contener y, sobre todo, revertir la caída libre en que se encuentran las finanzas vinculadas al sector educativo en Michoacán, gobierno estatal y Rectoría de la Universidad tienen un punto de coincidencia: están obligados a ir por la misma ruta, que no es otra que dar un manotazo severo en la mesa, un borrón y cuenta nueva en su relación con los respectivos sindicatos y partir desde cero otra vez con contratos laborales acordes a la realidad.

¿Es drástico? Absolutamente, pero ante una realidad económica drástica, no queda sino una solución en el mismo tenor.

¿Qué es lo que tiene hoy sumidos al gobierno estatal y a la Universidad en la más profunda de sus respectivas crisis financieras? Sin duda, el recurso que deben destinar a su gasto corriente en materia sindical, y más particularmente, en los diez mil conceptos de bonos que hay por todos lados.

El gobierno del estado debe finiquitar su relación laboral con cada uno de los sindicatos del subsistema educativo, comenzando con la mafiosa Cnte, liquidar a todo su personal y recontratar sólo a los estrictamente necesarios, pero en condiciones absolutamente diferentes a las leoninas que le han arrancado los sindicatos a largo de su historia y que hoy vuelven insostenible la situación financiera.

El gobierno debe anular para siempre la figura del contrato de por vida para sus empleados, y recurrir al de la contratación temporal, renovable sólo en función de buenos resultados, eso sí, con todas las prestaciones de ley, como quince días de aguinaldo. Los criminales bonos por llegar puntuales, por ir a marchar, por trabajar un minuto más del horario establecido, por cumplir resultados, casi casi que por llegar bañados al trabajo, deben anularse para siempre, lo mismo que la salvajada de sesenta o más días de aguinaldo y la brutalidad de pagar a los empleados el Impuesto Sobre la Renta.

De esa forma, gobierno mataría como diez mil pájaros de un tiro, pero básicamente tres: ahorraría significativamente su gasto en el sector, que es hoy un despilfarro inmoral; garantizaría eficacia y productividad de maestros y personal diverso, porque sólo iría recontratando, digamos cada año, a los que entreguen mejores resultados y cumplan metas, y tres, se abatirían los peligrosos niveles de ingobernabilidad que las demandas sindicales generan un día sí y otro también.

Y por las mismas debiera operar la Universidad, como única medida para contener la voracidad de su par de sindicatos mafiosos, que en unión con la Cnte conforman un auténtico cártel del crimen organizado.

Cualquier solución intermedia del gobierno y de la Universidad, no hará sino alargar indefinidamente una agonía que, tarde que temprano, culminará en lo que tiene que culminar: la muerte de la educación michoacana. A tal grado llegó la enfermedad que hoy sólo queda la vía de una decisión absolutamente estructural. Y francamente, no veo otra que la planteada. Ni modo, a eso llevaron los sindicatos a la educación. Bueno, los sindicatos y las autoridades gubernamentales y universitarias, que se doblaron siempre al espíritu depredador de aquellos.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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