Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre; bajo el comunismo es justo al contrario
John Kenneth Galbraith (1908-2006). Economista francés
La Secretaría de Turismo municipal, o mejor dicho, su titular, Roberto Monroy García, decidió discrecionalmente cambiar la iluminación de Catedral, con lo que varios millones de pesos se fueron a la basura.
La administración de Alfonso Martínez invirtió unos quince millones de pesos en la nueva iluminación, caracterizada por su colorido. Como en cualquier asunto que tenga que ver con apreciaciones personales, y que por tanto son subjetividades, hubo a quien gustó y a quien no el nuevo concepto de iluminación de Catedral.
Monroy, en cuanto llegó a Sectur municipal, lo primero que hizo fue convencer al alcalde Raúl Morón de volver a cambiar el estilo de iluminación, por otro más sobrio. Igual hay a quien le gusta y a quien no. El problema es que quince millones de pesos fueron enviados al basurero.
Todo apunta a que estamos otra vez frente a la inveterada y nefasta práctica de que cada gobierno reinventa todo el quehacer público, bajo el supuesto de que todo lo hecho antes no sirve y hay que desaparecerlo. Bajo esa insana lógica, el secretario de Turismo que suceda a Monroy podrá hacer exactamente lo mismo, para que no quede huella de lo que éste hizo.
Aquí no hay nada de decisiones institucionales, sólo políticas: la línea parece ser borrar todo lo que huela a Alfonso Martínez, para posicionar la de Raúl Morón, sin importar que se pierdan millones de pesos.
¿Es sensato que la política de gobierno se defina por ese criterio y por el de los gustos personales de los funcionarios en turno? Claramente no. A Martínez le gustó la iluminación multicolor, a Monroy otra, al que venga después otra más. Así, puede ser el cuento de nunca acabar, con la consiguiente pérdida de dinero en cada decisión discrecional de ese tipo.
Es de esperarse que la administración moronista no se ponga en ruta de ir borrando toda huella de la administración anterior, sólo porque sí, sin ningún soporte sólido que justifique virajes radicales. Lo de la iluminación de Catedral es sólo un botón de muestra. Ojalá no sea la tónica del ayuntamiento que inicia funciones. Veremos.
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