La política saca a flote lo peor del ser humano
Mario Vargas Llosa (1936-?) Escritor peruano
Sin duda, el presidente Andrés Manuel López Obrador sería, si se dedicara a eso, uno de los mejores consultores en política en el mundo entero. Pero no trabaja como tal, aunque sí aporta esas dotes para sí mismo.
Una premisa de todo consultor es maniobrar para que un tema en positivo en la agenda pública, logre quedarse el tiempo necesario hasta que se posicione, y en caso contrario, ante un tema negativo de alto riesgo, tener la habilidad para sacarlo de la agenda. ¿Y cómo lo saca?, pues metiendo otro a “competir”.
El caso es que López Obrador demuestra que si sus dotes en ese sentido las apuntaba eficazmente durante su largo paso como líder opositor, ya como presidente es evidente que las ha perfeccionado, y que es la envidia de todo consultor o asesor político.
Él sabe que de todos los temas que trata de posicionar por las mañanas en la agenda nacional, pocos han surtido efecto práctico y real, acaso el supuesto combate al huachicol, pero en general no lo ha logrado, y por eso ha tenido que estar sacándose ases de la manga, un día sí y otro también, a manera de bolas de humo para contrarrestar sus propios yerros.
Es el caso de su burdo traspiés con el tema de las estancias infantiles y su decisión de retirar o disminuir subsidios para su operación. Tan burdo, como la vacilada de su secretario de Hacienda de plantear que los abuelos suplan el papel de las guarderías y de su personal especializado. El tema había escalado en sentido negativo mucho más que cualquier otro, sin que necesariamente signifique que es el más relevante, pero sí que podría pegarle al presidente en su línea de flotación: en el nivel de popularidad y aceptación.
Pero ante la crisis, López Obrador sacó el consultor político que vive dentro de él, y éste sugirió “matar” el tema de las guarderías con otro de alto impacto, y lo encontró con su repentina decisión de clausurar como penal las Islas Marías y volverlas sitio de atractivo turístico y ecológico.
Sin duda, altamente eficaz la estrategia. Pero ésta no es nueva, la ha mantenido desde el primer día de su gobierno, si no, ¿cómo entender la rapidez con la que temas calientes y absurdos se desvanecieron de la agenda nacional?, y ahí hablamos de la cancelación de la construcción del nuevo aeropuerto capitalino; el supuesto combate al huachicol cerrando los ductos de Pemex; el anuncio de que el gobierno no irá ya por los capos del crimen organizado; el descrédito internacional por apoyar al dictador Nicolás Maduro; la reducción casi a nivel de “basura” de la calificación crediticia y financiera de México; el ridículo que hicieron varios de sus colaboradores más importantes al mentir en sus declaraciones patrimoniales; la compra sin licitar y con total discrecionalidad de 700 pipas en Estados Unidos; el desplome del empleo formal en enero y el repunte a niveles históricos de la tasa de homicidios también al iniciar el año, amén de un larguísimo etcétera.
Está claro que cuando se involucra en un tema de alto riesgo, del que puede salir raspado, López Obrador es absolutamente eficaz para saber cómo contrarrestarlo, casi siempre, metiendo con calzador otro asunto, tanto o más polémico que el otro. Cierto, ese tipo de estrategias tienen más posibilidades de fructificar en sociedades como la nuestra, ignorantes, apáticas e indiferentes, fáciles de domesticar, pues.
Pero de que es eficaz como consultor político el presidente, lo es. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz
