Los pueblos a quienes no se hace justicia, se la toman por sí mismos más tarde o más pronto
Voltaire (1694-1778) Filósofo francés
De terror auténtico: menos de una semana después de ser detenido, el líder del más sanguinario y peligroso cártel de la capital del país, fue dejado en libertad por una jueza federal, eso sí, luego de aplicarle una multa que debió dejarlo helado por el monto, veinte mil pesos.
El motivo: la jueza sólo lo vinculó a proceso por el delito, no grave, de posesión simple de droga, que no amerita prisión preventiva oficiosa.
No importó que “El Alexis”, sea el líder del cártel La Unión Tepito, al que la Policía le acredita múltiples asesinatos, extorsiones al por mayor, secuestros, controlador del tráfico y comercio de droga en buena parte de la Ciudad de México. Nada de eso pesó: la jueza, en el uso de las atribuciones que el Nuevo Sistema de Justicia Penal le otorga, decidió discrecionalmente dejarlo en libertad, pagando veinte mil pesos y obligándolo a que cada viernes se presente a firmar en el juzgado.
La Fiscalía General de la República solicitó a la jueza la prisión preventiva, debido a la evidente peligrosidad del sujeto, pero la dama juzgadora negó la demanda. Ahora, ya en libertad, se da a conocer que se le perseguía también por homicidio doloso, pero las autoridades capitalinas revelaron que la orden en ese sentido “llegó un poquito tarde”. Obvio, cuando Alexis ya estaba libre y ahora se volverá ojo de hormiga. Es decir, que fue detenido por un delito no grave y por el que sí lo es, y por el que ya no saldría de la cárcel, la orden llegó “un poquito tarde”. De asco.
Algo muy, pero muy podrido hay en nuestro sistema judicial, que permite que el reconocido líder de un cártel del crimen organizado, más tarde en ser detenido que en recuperar la libertad con el pago de veinte mil pesos, y con la única pena de ir a firmar los viernes al Juzgado.
¿En qué momento perdimos a nuestros jueces?, ¿es justo que una sola persona decida la libertad de un capo, sin que tenga que pasar por ningún otro filtro de decisión? Y hablo de si es justo, porque se entiende que es legal. Pero eso es justo lo terrorífico: que nos hayamos dado un sistema de procuración e impartición de justicia que aún a un capo del peso de El Alexis, no somos capaces de enviar por el resto de su vida a la cárcel.
Bien haría el presidente López Obrador, tan afecto a propiciar cambios en temas francamente intrascendentes, en poner en la picota a la nueva legislación penal para que, entre otras cosas, se evite el rango de alta y peligrosa discrecionalidad con la que un juez toma una determinación de esa envergadura, sin que haya nadie que lo evalúe, menos que lo impida. Revisar el nuevo marco penal sí sería una transformación de verdad. Pero el presidente parece tener mil preocupaciones antes que impulsar una justicia auténtica en México. En absoluto parece indignarle la libertad de El Alexis, ni siquiera preocuparle. Qué pena da este país. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>