La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa
Marco Antonio Almazán (1922-1991) Escritor mexicano
Desafortunadamente, para su causa, el Partido Encuentro Social no corrió la misma suerte de su ahora aliado electoral, el Partido del Trabajo, y perdió ya de manera oficial el registro. La decisión, empero, es afortunada para fortalecer la no muy robusta democracia mexicana.
El pleno del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aprobó la tarde de este miércoles validar la decisión original del Instituto Nacional Electoral, en el sentido de que al no haber obtenido cuando menos el 3 por ciento de los votos en ninguna de las tres elecciones federales de julio pasado (la presidencial, la de Senadores y la de diputados), el PES había perdido su registro como partido político.
La decisión, ya inatacable, del TEPJF, no puede sino festinarse por varias razones:
Una, porque al margen de si la decisión del tribunal fue obligada por la presión de la opinión pública, sin duda es la más justa en términos legales: la Constitución no habla de otra cosa que no sea que el partido que no alcance al menos tres por ciento de los votos en una elección, perderá su registro; punto.
Dos, porque el tribunal envía una señal de independencia, que buena falta hace en este momento sobre todo a los órganos autónomos, que son objeto de una embestida de la Cuarta Transformación; de hecho, la resolución cobra especial relevancia en ese sentido, si no se pierde vista que el PES fue aliado electoral del hoy todo poderoso Morena y que, ende, así sea en algo, pero colaboró para que Andrés Manuel López Obrador cumpliera su sueño de ser presidente, y ya muchos han comprobado en carne propia que no es bueno atentar contra los intereses presidenciales.
Tres, porque simple y sencillamente no es justo que sigamos manteniendo un partido que no concita siquiera el voto de tres de cada cien electores.
Cuatro, porque la tendencia tiene que ser a la baja en el número de partidos, a los que hay que ponerles la vara más alta tanto en el aspecto de requisitos para autorizarles su registro, como para mantenerlo; digo, siempre y cuando sigamos en la lógica de mantenerlos con dinero público, porque lo ideal sería que los haya indiscriminadamente, en el número que quieran, pero que no reciban un solo peso público.
Por donde se le vea, pues, es plausible y digna de reconocimiento la decisión del tribunal, aunque ya los dirigentes del PES han dado a conocer que apenas recibían la confirmación de su derrota, y ya estaban iniciando los trámites para volver a obtener otro registro de partido, ahora bajo el nombre de Partido Encuentro Solidario, obviamente con la idea de mantener las mismas siglas, según ellos ya posicionadas.
No hay duda de que con el aval de la 4T, sí, es cierto, murió un PES, pero ya viene otro PES en camino; antes de nueve meses estará listo; aún así, aunque solo por ahora, pero bien por el tribunal. Se fortalece.
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