El artista parachense llama en su obra a “sensibilizar la personalidad”
La ilusión duró poco en el pintor parachense Emilio Paco: fueron sólo 30 minutos los de su permanencia en Europa, concretamente en el aeropuerto de Madrid, de donde fue deportado a México por no poder comprobar ingresos suficientes para mantener una estancia de estudios en Italia; sin embargo, la alta escuela de pintura italiana fue a buscarlo hasta Paracho a través del pintor iraní Mohamed Sciddel, lo que da como resultado que hoy, Emilio Paco pueda abrir su exposición individual, en el Museo Regional Michoacano, en Morelia, para mostrar su estética figurativa que pasa por el cubismo, el modernismo, y precisamente, por el futurismo que buscaba encontrar en Italia.
La historia de Emilio Francisco Hernández Sosa (Paracho, 1965) como pintor, es tan extraña y nutritiva como la propia entrevista previa a la apertura de su exposición: mientras supervisa la curaduría de su obra, las salas se llenan con los estudiantes de Artes Visuales de la Facultad Popular de Bellas Artes, quienes se unen al reportero y lanzan sus propias preguntas para desvelar a un pintor inconforme y pasional, quien se asume como “primitivo” porque todo artista debe serlo, y obsesionado también en sobrepasar los límites que le imponen su contexto social, su religión e incluso los que emanan de la aparentemente ilimitada imaginación humana.
“A lo mejor no nos damos cuenta de que estamos atrapados (como artistas), porque vemos, vivimos, lo que nos rodea. Hay un camino reflexivo personal que permite salir de ese ambiente, pero ¿quién nos guía? ¿Irse a la capital (del país), a (la Academia de) San Carlos, a La Esmeralda? También ellos están atrapados. Estamos atrapados en la sistematización de cada lugar”, definió.
A eso agregó la paradoja que significa admirar y aprender de un artista al que se toma como modelo de maestría, y se dirigió a los alumnos cuando dijo “deben tener en mente que tienen que conectarse con un pintor, pero si se conectan con (Alfredo) Zalce, pues van a estar debajo de Zalce, si es con Diego Rivera, van a estar debajo de Diego Rivera, entonces, debemos aspirar a estar más arriba. Cuando regresé a Paracho (después de su deportación), aparece el maestro Sciddel, nos conectamos y empiezan las clases en Paracho”, refiriéndose al maestro iraní graduado de la Escuela de Bellas Artes de Roma.
Al hablar sobre su obra, Emilio Paco subrayó que el mensaje plasmado en el lienzo “no es el último resultado, sino el gran esfuerzo que existe atrás. Las técnicas son básicas, pero el objetivo de las bellas artes es sensibilizar a alguien, todos hablamos sobre las técnicas pero nadie nos enseña a ser mejor sensiblemente. Pienso que es una tarea personal el invertir en tu propia personalidad para sensibilizarla”.
Al aplicar ese concepto a su propia obra visual, el autor mencionó su paso por las técnicas renacentistas, aunque reconoció su inclinación personal hacia el cubismo a pesar de la dificultad técnica que eso implica, “porque nos estamos metiendo en una tendencia intelectual”, lo que entraña en sí que la pintura, como arte, tiene de origen una barrera para tocar anímicamente al espectador: “la música te conmueve, la filosofía igual, pero en la pintura es más difícil. Por eso, en mi exposición traigo pinturas de la técnica realista que (en obras posteriores) empieza a desdoblar su forma, y es un camino a seguir de cómo llegué al cubismo y después a la filosofía plástica del maestro Sciddel”.
En ese momento, una de las estudiantes de nombre Sara lanzó su propia duda: “Me interesa saber cómo logró esa integración entre sus raíces (culturales) y estas nuevas técnicas que no han sido tan exploradas, al menos en México”.
Después de disgregar un poco sobre la constancia, la sensibilización auto-desarrollada, e incluso sobre filosofía, Emilio Paco se refirió, a manera de respuesta, a su intención “de ir más allá con mis propuestas, y en mis últimos trabajos, después del cubismo, hay pasión por el futurismo. El futurismo en Italia se basaba en el movimiento humano, el carro, el tren, la velocidad, yo quiero ir al movimiento universal, al de los planetas. Todo lo que existe es a través del movimiento, y mis últimas obras ya no son terrenales, se refieren al movimiento universal”.
La exposición individual de Emilio Paco, llamada Memoria y Color en Movimiento, abrirá oficialmente este jueves 19 de junio a las 18:00 horas en el Museo Regional Michoacano (Allende #305, en el Centro Histórico de Morelia), con entrada gratuita.