En política, la sensatez consiste en no responder a las preguntas; la habilidad, en no dejar que las hagan
André Suarés (1868-1948) Poeta francés
La buena: Silvano Aureoles ha logrado gestionar con la Federación, más de dos mil millones de pesos. La mala: íntegramente, ese dinero irá a parar al magisterio michoacano.
Sigue siendo notoria la capacidad gestora de Aureoles, aún frente a un gobierno claramente hostil hacia él, pero no termina de convencer que esos dos mil millones de pesos se vayan a destinar única y exclusivamente a pagar a un sindicato que tiene sumida a la educación michoacana en la cola de la eficiencia nacional, y que es el principal generador del peligroso grado de inestabilidad e ingobernabilidad que priva en la entidad.
La interrogante es: ¿vale la pena gestionar y conseguir tan monumental cantidad de dinero sólo para tener al cártel centista “tranquilo”? Claramente no, a la luz de la multiplicidad de rezagos y carencias que hay en obra pública, en salud, seguridad, protección del medio ambiente, sin contar con los históricos adeudos que tiene el gobierno con contratistas. Pregunta ociosa: ¿y si ese dinero se empleara en construir un hospital, una carretera, una presa?
Por supuesto que no hay punto de comparación en cuanto a importancia, entre el destino ya confirmado de esos dos mil millones de pesos, y el que eventualmente podría tener. Para decirlo con claridad: emplear ese dinero para pagarle a la mafiosa Cnte es exactamente igual a tirarlo a la basura, porque ni siquiera ponerse “a mano” con ella por parte del gobierno, garantiza que abandone su estrategia de desestabilización social. Al contrario, puede hoy cubrírsele todo lo que supuestamente se le adeuda, que mañana inventará algún pretexto para seguir en las calles.
Sin duda, hoy el gobierno silvanista está pagando el costo por la creación de un auténtico monstruo de sus antecesores, alimentado desde el poder con prebendas y condiciones laborales absolutamente irracionales y leoninas, y que ahora se torna inmanejable, fenómeno muy similar al del crimen organizado. Por eso, no es exagerado equiparar a la Cnte con cualquiera de los cárteles que hoy dominan México. De hecho, en el fondo es uno más de ellos, si nos atenemos a lo eficaz que es y a la impunidad de que goza.
Cierto, no puede soslayarse que si Aureoles tuvo éxito en la gestión de ese dinero, es debido de que el beneficiario sea el sindicato protegido por la 4T. Si buscara recursos para otro tipo de programas, claramente más importantes y justificados, quizá se le complicaría la negociación.
Por eso, la mafia centista está, ella sí, feliz, feliz.
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