El éxito es fácil de obtener; lo difícil es merecerlo:
Albert Camus (1913-1960) Escritor argelino
La violencia desatada este domingo por los integrantes del llamado Frente Nacional de Lucha por el Socialismo, solo los pinta de cuerpo entero: chantajistas, belicosos, insensatos y violadores de la ley por definición.
Pero a su conocida proclividad a la violencia, debe aunarse, para explicar los desmanes armados por esa agrupación, la peligrosa tara mental de la 4T contra el 12 de octubre: desde la estupidez aquella de López Obrador de insistir en que España se disculpe por la conquista y colonización de hace más de medio milenio, hasta la no menor sandez de suponer que la fecha es sinónimo de tragedia, de muerte, que debe incluir la bandera a media asta y ser considerada como día de luto regional.
El descubrimiento del Nuevo Mundo fue parte de un proceso natural de expansión de Europa, en ese tiempo la región más desarrollada del mundo. La historia de la humanidad está ligada intrínsecamente a la colonización y a las conquistas. ¿Que fue violenta?, claro que lo fue, de otra manera no sería conquista. Si no hubiera sido España, sin duda Portugal habría colonizado el continente y hoy hablaríamos su idioma. Solo perturbados mentales como López Obrador, siguen a estas alturas debatiendo un tema normal en el proceso histórico universal y que tuvo lugar hace más de quinientos años.
Así que entre esas telarañas mentales cuatroteístas y la violencia que es inherente a grupos de energúmenos como el FNLS, amén de la impunidad gubernamental hacia grupos de supuesta “izquierda”, se propicia el panorama justo para que una simple manifestación social se torne rabiosamente violenta, como este domingo en el corazón moreliano.
Para no variar, la Policía sólo atestiguó y poco le faltó para echarle porras a los frentistas. La total impunidad. Es de esperarse que al menos el alcalde Alfonso Martínez ordene retirar de la plaza Ocampo a los cientos de comerciantes ambulantes adheridos al FNLS, a quienes tolera cada año por estas fechas para que se instalen en la Plaza Ocampo, y conviertan aquello en una enorme letrina.
Esos comerciantes, casi todos oriundos de otros estados, forman parte de dicho frente, y están acostumbrados a la impunidad, al chantaje, a la amenaza, a la violencia sin consecuencias. Sería el colmo que después del salvajismo con que se condujeron, los comerciantes sigan en la Ocampo como tan quitados de la pena. Veremos.
X@jaimelopezmtz