Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados
Mahatma Gandhi (1869-1948) Líder de la India
El llamado Consejo Supremo Indígena de Michoacán ha hecho circular un comunicado en el que asevera que el alcalde capitalino, Raúl Morón, se ha comprometido a retirar el monumento a los constructores de Morelia. Espero que sea sólo un embuste, otro más, de ese grupo.
El Consejo aseveró haber sostenido un encuentro con el alcalde y que éste asumió dicho compromiso, dado que “la escultura de los constructores ubicada al inicio de acueducto, representa una sociedad de castas, racista y opresora, así como la marginación, humillación, explotación, subordinación, esclavitud y genocidio de los pueblos y comunidades originarias por lo que se acuerda formalmente generar las condiciones para su retiro mediante consultas”.
Habrá que esperar la posición al respecto de Morón. Pudiera parecer en primera instancia un asunto menor, pero si se analiza a profundidad no lo es. La autoridad no puede ceder a los chantajes de grupos que no terminan de superar la tara mental e ideológica que significan episodios históricos, como si borrándolos de los libros ya dejaran de existir.
Dice el Consejo que el monumento representa una sociedad de castas, racista y opresora, lo cual es cierto. ¿Y que no era una sociedad con esas características la que prevalecía en el siglo 17, cuando comenzó la construcción de Morelia? Si somos producto de un mestizaje, de una conquista obviamente violenta, no es un tema que podamos cambiar hoy, y ni siquiera que signifique una vergüenza al “orgullo” nacional. Simplemente el monumento representa una realidad. En esa absurda lógica, también debiéramos demoler la Catedral o el mismo Acueducto, dado que ambos fueron ejecutados por la mano de obra esclavizada de los indígenas, a las órdenes del alto clero y la población española de ese tiempo.
En realidad, el Consejo Indígena se acoge a la postura demagógica y anclada en visiones desfasadas de la realidad del propio presidente López Obrador, que ha llegado al extremo de exigirle disculpas al rey y al gobierno español por habernos conquistado ¡hace quinientos años!
Me parece que Morón tiene claro el escenario, y que no cederá a un chantaje del Consejo, el cual, en el último de los casos, ¿por qué tendría que definir qué monumentos queden en pie y cuáles no? En dado caso, seríamos a los morelianos a los que Morón debiera consultar, no al multicitado Consejo Indígena. Veremos.
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