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lunes, julio 14, 2025

A LOS ASESINOS DE POLICÍAS, ¿SÓLO UN FUCHI?

Vota por aquel que prometa menos; será el que menos te decepcione

Bernard M. Baruch (1870-1965) Asesor presidencial de Estados Unidos

 

jaimelopezCasi al mismo tiempo que el presidente López Obrador afirmaba en su homilía matutina desde Palacio Nacional, que su gobierno “avanza sin guerra, sin exterminios, sin razias y sin masacres en recuperar la paz y la tranquilidad de los mexicanos”, la realidad le restregaba que en Aguililla tenía lugar justo una masacre, pero de policías a manos del crimen organizado.

Dolorosa paradoja, doloroso contraste entre el dicho presidencial y la realidad. Muy pronto López Obrador cayó en la misma posición de todos los presidentes, de todos los gobernantes, de volver la mirada a otro lado para no ver la cruda realidad, y vender el discurso del mundo de Disney en el que suelen ubicarse todos quienes detentan el poder.

Sin masacres, dijo López Obrador, aunque no especificó de qué bando, si de los criminales o de policía que los combate. Si se refería a los primeros, tiene razón, dado que su gobierno no ha propiciado ninguna masacre, siquiera baja alguna, del lado de los delincuentes, a los cuales por alguna sospechosa razón no se les toca ni con el pétalo de una rosa. A nadie, salvo quizá al propio presidente, le preocuparía una masacre de delincuentes, pero éstos son intocables en la 4T. Pero si esa masacre se da del lado de los policías, ni una expresión presidencial de solidaridad se merece.

¿Cómo explicar la orden del presidente de retirar a la Marina de Guanajuato, uno de los estados más violentos, luego de que El Marro, el líder del cártel huachicolero, demandara justo eso, la salida del estado de los marinos? Increíblemente López Obrador atiende la demanda del líder criminal. ¿O sea que ahora ya no sólo no se les va a combatir, sino que el gobierno acata las demandas de los criminales? De locos.

Y así, entre sospechosas órdenes presidenciales para alejar a la Marina de Guanajuato y para que los militares no respondan siquiera a agresiones de los delincuentes en todo el país, el país queda a merced de éstos y los policías caen abatidos en una emboscada de narcos que se saben intocables por el gobierno, no por incapacidad, sino ¡por decreto presidencial!

Es de esperarse, al menos, que los criminales que asesinaron a los trece policías michoacanos en Aguililla, reciban su merecido de parte de sus abuelitas, ya que de la 4T y del presidente, sólo recibirán un ¡fuchi!, y eso, a regañadientes.

twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

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