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jueves, julio 31, 2025

¿ADIÓS A LAS CORRIDAS DE TOROS?

Un político hará cualquier cosa por conservar su puesto; incluso, se convertirá en un patriota

William Randolph Hearst (1863-1951) Empresario y periodista norteamericano

 

jaimelopezLa diputada petista Mayela Salas ha presentado en el Congreso del Estado una iniciativa para que se prohíban en Michoacán las corridas de toros. El argumento es básicamente uno, pero contundente: la crueldad a un animal solo por fines de diversión del ser humano, es inaceptable. Es de esperarse que la iniciativa de Salas encuentre respaldo en la mayor parte de los legisladores, o al menos en el número suficiente para que se apruebe. Hace mucho tiempo debió haberse legislado al respecto, pero es mejor ahora que nunca.

Por congruencia con lo que siempre he pensado, debo admitir que en este tema no soy, ni pretendo ser objetivo ni imparcial: la crueldad a la que es sometido un toro en una corrida, es absolutamente degradante, es imposible de justificar, es propia de la barbarie y el salvajismo que aún prevalecen en buena parte de la raza humana. Es una manifestación, para decirlo claramente, de que en muchos sentidos no hemos aún bajado del árbol.

Los defensores de las corridas de toros, argumentan que si se prohíben se perderán miles de empleos. Es cierto, pero eso equivale a defender el cultivo y la producción de enervantes solo porque generan empleos. Señalan que matar a un toro en el coso a fin de cuentas es lo mismo que matarlo para consumo humano. Nada que ver: en el primero de los casos es privarlo de la vida por mera diversión, en el segundo es por una causa, la alimentación, la sobrevivencia del humano. Es que el toro de lidia nació para morir. Verdad a medias: ¿es que algún ser vivo no nació para lo mismo? Se trata de arte, de cultura, de una tradición, se afirma. Arte, de entrada, hay que descartarlo, por obviedad. Cultura y tradición sí es, pero las hay nefastas: cultura y tradición es, por ejemplo, que algunos pueblos indígenas vendan a sus niñas. Pero lo peor de todo es el salvajismo con el que se da muerte al toro, todo por satisfacer el instinto de crueldad que muchos llevamos dentro, lo aceptemos o no.

En realidad, los argumentos de los defensores de la tauromaquia suenan más a pretextos, ninguno es sólido. Felicito a la diputada Salas por su iniciativa y espero que sus colegas tengan los arrestos para secundarla. Confío que ni ella ni el resto de los diputados, se intimiden por las presiones de los sectores “afectados”.

En varios estados del país las corridas de toros ya son ilegales, en Colombia y algunas ciudades ibéricas también. Aquí nos quedamos atrás. Es tiempo de ponernos al corriente. Por lo demás, a la pesadilla todavía le quedan 783 días.

twitter@jaimelopezmtz

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