Si votas a políticos corruptos, ¿por qué no les das las llaves de tu casa a los ladrones?
Anónimo
Más vale tarde que nunca. El razonamiento aplica a la perfección a la determinación que han tomado los diputados michoacanos, de cancelar la figura del fuero en la Constitución local.
Sí, el vergonzoso fuero pasará a mejor vida. Debió pasar hace muchos años, décadas. Pero que así haya debido suceder hace tiempo, y que nunca nadie se hubiera atrevido a ir en su contra, pese a lo ominoso que ha resultado, no quiere decir que no se resalte que por fin se haya tomado tal determinación.
En efecto, este miércoles los diputados integrantes de las comisiones de Puntos Constitucionales y Asuntos Jurisdiccionales, decidieron dar el paso definitivo para cancelar una figura. La próxima semana se votará por el pleno, pero se trata de un mero trámite legal, porque la decisión política está tomada.
Así como casi invariablemente dan motivo para la crítica, debe reconocerse que en esta ocasión ha sido lo contrario con nuestros diputados, porque no puede soslayarse la importancia de la medida histórica que se dará en Michoacán. Que es a destiempo, sí; que ya muchos otros estados cancelaron el fuero y el nuestro era de los que se habían quedado rezagados, también cierto. Pero igualmente lo es que si el Congreso actual no hubiera tenido la convicción para actuar en esa ruta, perfectamente pudo no hacerlo. Total, siempre ha sido un tema demandado y ninguna Legislatura jamás tuvo las agallas para abordarlo. Vaya, con todo y que sea una de cal, injusto sería no valorarlo en su justa dimensión.
¿Y cuál es esa justa dimensión? Pues nada, que el fuero es uno de esos privilegios del viejo sistema político mexicano, que si acaso en un principio tuvo cierta explicación, allá por los años finales de la Revolución, pero que con el paso del tiempo fue una figura absolutamente pervertida y prostituida. Fue utilizada casi siempre para dar impunidad a legisladores y funcionarios en actos de grosera corrupción. Hoy, y desde hace varias décadas, no tenía ninguna justificación, pero ahí se mantenía, por temor a abrogarla.
La obscena imagen de Julio César Godoy, rindiendo protesta en San Lázaro, a donde entró en la cajuela del automóvil del diputado perredista Alejandro Encinas, todo para que tuviera impunidad pese a que la PGR ya lo buscaba por nexos con los Caballeros Templarios, ejemplifica con nitidez para qué diablos ha servido el fuero todo este tiempo en México.
Michoacán se tardó, pero el gobernador, el secretario de Gobierno, el procurador de Justicia, los magistrados del Poder Judicial, los diputados locales, los consejeros electorales y el auditor superior, dejarán de gozar de un privilegio, propio de regímenes bananeros, sin justificación por ningún lado, que sólo es motivo de vergüenza dentro y fuera del país.
Por eso, más vale tarde que nunca.