La medicina cura, la naturaleza sana
Proverbio chino
En España, como en muchas partes, la población les aplaude y el gobierno los apoya. Población y gobierno los ve como héroes. Lo son. En México, los bajamos del transporte público, los agredimos.
Son los médicos, enfermeras y demás personal del sector salud, que en México, como en el mundo, hoy son la parte más importante en la lucha contra la pandemia, aunque también sea la que se encuentra en mayor riesgo.
Circula un video en redes verdaderamente conmovedor: en alguna ciudad española, un par de camiones de bomberos se estacionan fuera de un hospital y los conductores hacen sonar las sirenas durante un buen rato. De los edificios de apartamento aledaños, los moradores, en plena cuarentena, salen a los balcones a unirse a las muestras de respaldo y reconocimiento de los bomberos hacia los médicos y enfermeras, que dentro del nosocomio están poniendo en su riesgo su vida por tratar de salvar la de otros.
Vergonzoso, aberrante, lo que en cambio está pasando en México. En las calles, en los súper mercados, en el transporte público, lo que los profesionales de la salud están recibiendo son insultos y agresiones verbales y físicas. “Nos van a infectar, lárguense de aquí”, les gritan los estúpidos que no alcanzan a dimensionar la valía, siempre, pero hoy más que nunca, de esos médicos y enfermeras, que incluso bien podrían salvar en algún momento la vida de esos imbéciles que hoy los ahuyentan.
No se necesita ser familiar de un médico –mi padre lo es, y múltiples primos y tíos igual- para valorar su labor; cualquiera con dos dedos de frente y un mínimo de sentido común lo hace, más, en medio de la pandemia que vivimos. Pero en México, la polarización, de la mano de la ignorancia, está llevando al extremo de agredir hasta a los médicos y enfermeras.
Y ni hablar de la ausencia total de respaldo y reconocimiento por el gobierno a ellos. Mientras en otros países se les ha incrementado el salario en esta contingencia y desde luego se les dota de los insumos necesarios para su propia seguridad, aquí el gobierno los tiene como plato de segunda mesa, cuando son la primera línea de batalla ante la crisis sanitaria.
Como tantas otras cosas, otra más que solo en México pasa. ¿Qué le pasa a este país?
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