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martes, julio 29, 2025

ALIANZA, ¿LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD?

Todas las madres quieren que sus hijos se hagan presidentes, pero no quieren que mientras tanto se conviertan en políticos

John F. Kennedy (1917-1963) Presidente de Estados Unidos

jaimelopez

 

Este martes, PRI, PAN y PRD anunciaron la formalización de su alianza opositora a Morena pero, sobre todo, al presidente López Obrador. Su gran preocupación y prioridad es, por supuesto, San Lázaro, mucho antes que las gubernaturas y, claro, más que las alcaldías y diputaciones locales en juego en las elecciones del 21.

Se trata de cerrar el paso al abordaje que buscará López Obrador en la Cámara de Diputados. El tabasqueño a ojos cerrados cedería todas las gubernaturas, diputaciones locales y alcaldías en disputa, con tal de asegurarse la mayoría en San Lázaro, dado que ello le garantizaría la aprobación de cuanta ley y disposición envíe para consolidar lo que él llama “cuarta transformación”.

Una cuarta transformación que a la luz de lo que ha significado estos dos primeros años del lopez obradorismo, sí debiera preocupar al país entero, por el camino al despeñadero al que le lleva el tabasqueño. Si siempre los contrapesos al poder central presidencial, sobre todo los que provienen del Legislativo, han sido fundamentales, hoy se vuelven absolutamente imprescindibles: el régimen de libertades y de democracia están en vilo, nada más y nada menos.

Ganar para el presidente San Lázaro significaría, a no dudarlo, el camino para terminar la obra que se ha propuesto: derribar hasta la última piedra de cuanta institución independiente o autónoma existe, lo mismo el Banco de México y sus apetecibles 194 mil millones de dólares, que el INE, el INAI, el INEGI y los órganos reguladores del rubro económico, pasando desde luego por el Poder Judicial. Todos ellos son un estorbo para López Obrador y está decidido a suprimirlos, pero para ello requiere la mayoría morenista en San Lázaro.

De ahí la justificada preocupación de los partidos opositores, que han decidido restringir sus propias expectativas electorales, en aras de tratar de poner un dique a la ambición presidencial. Afortunadamente, priístas, panistas y perredistas dimensionaron el verdadero riesgo en el 21 y han decidido arriar sus propias banderas, izando otra conjunta que bien puede significar la última oportunidad de contener el espíritu depredador de López Obrador. Cierto, la alianza de los tres partidos tampoco es que garantice nada, dado el fanatismo de los aún millones de seguidores del presidente, fanatismo basado lamentablemente en la ignorancia. Pero está claro que si alguna opción hay para contener el autoritarismo lopez obradorista, es con esa alianza. Veremos para qué alcanza. twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

 

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