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jueves, agosto 14, 2025

AMLO: UNA BUENA Y UNA MALA

Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo

Abraham Lincoln (1809-1865) Presidente de Estados Unidos

 

jaimelopezUna buena y una mala en la visita presidencial de este sábado a Morelia: la buena, el compromiso de Andrés Manuel López Obrador de, ahora sí, hacerse cargo de la nómina magisterial michoacana. La mala, para no variar, el soslayo absoluto no a uno de los problemas, sino al problema de la entidad: la inseguridad y el control de los cárteles del crimen organizado.

Así puede sintetizarse, someramente, la asistencia de López Obrador a una reunión privada en Palacio de Gobierno este sábado, tan privada, que ni el alcalde capitalino, Alfonso Martínez, fue convocado. Es decir, más que reunión del poder público michoacano o un evento institucional, fue uno de corte morenista. Es decir, al estilo López Obrador.

Sobre la nómina educativa, está claro que si cumple su compromiso, el presidente sí habrá lanzado un enorme bomberazo a Michoacán, particularmente a sus muy alicaídas finanzas. Garantizó que desde ahora el gobierno federal absorberá el pago de la nómina magisterial. Es de esperarse, en todo caso, que ese compromiso quede sellado oficialmente, para que no esté sujeto a vaivenes políticos y humores personales. Insisto, si se cumple, ni los más férreos opositores al presidente podrán regatearle la valía de dicha decisión.

Pero por otra parte, ni sus más férreos defensores tienen argumentos para defender o justificar cómo es que el principal problema de Michoacán, el de ser rehén y estar bajo el dominio de los cárteles de la criminalidad, sea de plano ignorado por él.

Todo se redujo de su parte a anunciar más y más cuarteles para la Guardia Nacional, como si ello significara algo para suponer que mejorará el clima de criminalidad en la entidad. En Aguililla, ya sabemos, hay un cuartel militar a doscientos metros de donde los cárteles a su vez hacen de las suyas, y los oficiales no mueven un dedo en defensa de la población, porque la política presidencial está orientada a abrazar, no confrontar a los delincuentes, ya sabemos.

Luego entonces, anunciar más y más cuarteles, y aún el envío de más tropas a zonas de conflicto, no es sino mera demagogia y populismo; lo único que cambiaría el actual estado de cosas en la entidad, como en el país, es una decisión de López Obrador, de cumplir su obligación y confrontar a los crimínales, no apapacharlos. Y si alguna esperanza había de que así sucediera este sábado, los ilusos se quedaron con las manos vacías.

En síntesis, López Obrador ofreció un enorme apoyo financiero a Michoacán, con el pago de la nómina educativa, pero al mismo tiempo dejó al estado a merced de los delincuentes. Punto. Una buena, muy buena sin duda, pero también una mala, malísima. twitter@jaimelopezmtz

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