No hay peor olor que el que despide la bondad corrompida
Henry D. Thoreau (1817-1862). Filósofo norteamericano
Tengo la certeza de que de no tener “amoríos” con la Cnte, el Staspe hubiera aceptado la propuesta del gobierno del estado.
La noche de este lunes, por más de tres horas, Carlos Maldonado Mendoza, secretario de Finanzas, trató de convencer a los líderes de ambos sindicatos, así como a los de empleados de los poderes Judicial y Legislativo, de que aceptaran la propuesta gubernamental, de canalizar de inmediato cuarenta millones de pesos y utilizar cien más del fondo revolvente, para que la Dirección de Pensiones Civiles reactive las ventanillas de préstamos a los burócratas.
La medida no parece insensata, a la luz de tres factores fundamentales: uno, el gobierno se encuentra en evidentes dificultades financieras y con compromisos de “salvamento” por todos lados, comenzando por la Universidad Michoacana. Dos, reactivar ventanillas de préstamos es hoy urgentísimo para la burocracia, sobre todo cuando se acerca el fin de año, temporada tradicionalmente concurrida para solicitar créditos. Y tres, que el ofrecimiento de Maldonado era que ese recurso constituyera sólo un primer “apunte” para ir solventando la deuda gubernamental con el fondo de pensiones, es decir, que no era todo lo que se va a abonar. Y un cuarto factor: que el gobierno silvanista no es el culpable del quebranto al fondo de pensiones, sino los de Lázaro Cárdenas, Leonel Godoy, Fausto Vallejo y Salvador Jara.
Históricamente, el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo, ha sido, dentro de lo que cabe, un gremio mesurado, consciente de la realidad y flexible en sus medidas de presión. La propuesta de Maldonado, repito, en el contexto actual, no parece insensata, pareciera viable de ser aceptada por el Staspe.
Los líderes sindicales no tomaron ni rechazaron la propuesta de Maldonado, quedaron de consultarla con “las bases”. En realidad, no son las bases a las que irían a consultar, sino a escuchar la orden que dé la dirigencia centista.
El problema, ya lo decíamos en la entrega anterior y ahora parece confirmarse, es que la Cnte, la temible y mafiosa Cnte, se ha montado en la demanda de los tres sindicatos de burócratas y ha tomado el control total de sus movilizaciones. No tengo la menor duda que el Staspe y los sindicatos de los poderes Judicial y Legislativo, por sí solos, hubieran aceptado la propuesta de Maldonado, pero hoy viven amoríos con el crimen organizado disfrazado de sindicato, que eso es la Cnte, y se ven impedidos de decir sí al gobierno, por “temor” a incomodar a la disidencia magisterial, ya se sabe, acostumbrada al todo, nunca a las medias tintas.
En el fenómeno de la criminalidad, es de dominio público que quien entra a los cárteles del narcotráfico y del crimen organizado en general, acepta ventajas y riesgos, pero lo que ya no puede, es zafarse. Algo similar le ha ocurrido al Staspe: se metió a las ligas mayores de la mafia sindical con la Cnte, y ahora no haya cómo salir. Y mientras, a sufrir este martes el caos ordenado por la Cnte y aceptado por sus nuevos súbditos, los sindicatos de burócratas, con el Staspe a la cabeza.