Una persona inteligente resuelve un problema; una persona sabia lo evita
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán
La apuesta no es quién va a violar el Acuerdo Nacional por la Democracia, sino quién lo violará primero. Así de endeble y demagógico es el documento que firmaron este martes el presidente López Obrador y los gobernadores, en el palacio de aquel, el Palacio Nacional.
Sin bombo ni platillo, en lo oscurito, sin transmisión en vivo y sin la presencia de ninguna de las instancias del Estado mexicano comprometidas directamente con la organización, desarrollo y calificación del proceso electoral, como el INE, el Trife y la Fiscalía de Delitos Electorales, se llevó a cabo dicha firma. Sólo López Obrador y los gobernadores.
¿Qué validez tiene?, ninguna, en realidad. Es un acto meramente políticos, con altísima carga de populismo y demagogia, muy al estilo presidencial, y con la mayor parte de los gobernadores presentes más a fuerzas que de ganas. Casi todos refunfuñando que el acuerdo no sirve para nada, que si ya está en la ley el compromiso de que ningún gobernante debe tener injerencia en las elecciones, no hay necesidad de firmar nada, pero todos ahí presentes, salvo el gobernador jalisciense, y todos firmando, desde luego.
El acuerdo está lleno de vaguedades y sólo tiene un punto en concreto: que nadie, ni el presidente ni los gobernadores, se inmiscuyan en el proceso electoral, y que todos vigilen que no se destinen recursos públicos en favor de algún candidato o partido, cosa que por supuesto ninguno de los firmantes está dispuesto a cumplir. Simple y sencillamente es imposible, todos están montados en las elecciones, cada uno en su respectivo nivel de influencia, comenzando desde luego por el propio López Obrador.
Luego entonces, la apuesta no es quién violará el acuerdo, sino quién lo hará primero. Y sin meter las manos al fuego por ningún gobernador, es claro que las apuestas están a favor del presidente, incapaz de abstenerse de involucrarse en la elección, si todo él y su accionar íntegro está enfocado en el proceso electoral. ¿Cuántas mañaneras aguantará el presidente en violar el acuerdo que él mismo promovió? No creo que más de una. Y los gobernadores por las mismas andadas. El Acuerdo Nacional por la Democracia nació muerto, los firmantes se burlan de él y es el hazme reír de todo mundo.
Y sobre la apuesta, voy doble contra sencillo en favor del presidente.
twitter@jaimelopezmtz