Los liberales pueden entenderlo todo, menos a la gente que no les entiende
Lenny Bruce (1925-1966) Cómico estadounidense
Si, como han jurado y perjurado, los integrantes de la 74 Legislatura tienen el compromiso de darle un giro absoluto al concepto y el modelo de la auditoría de los recursos públicos en Michoacán, es ahora o nunca para comenzar a cumplirlo.
Sí, porque la administración de José Luis López Salgado como auditor Superior de Michoacán, ha llegado a su fin. El próximo 8 de diciembre habrá de entrar en funciones su sucesor.
Pero lo que no puede pasar, es que los diputados tomen este proceso como un mero trámite más y asunto arreglado. Primero, deben elegir un auditor, ahora sí, apartidista, moralmente solvente y, por supuesto, acreditado en lo profesional. Sólo así tendrá la credibilidad y generará la confianza ciudadana que nunca tuvo López Salgado, no por falta de méritos profesionales o académicos, sino por su burda liga con el PRD, y por haber llegado al cargo desacreditado moralmente, porque fue producto de una negociación política del entonces gobernador Leonel Godoy con la 70 Legislatura.
Pero aún si la designación del nuevo auditor reuniera esos requisitos y, por ende, resultara irreprochable, ni siquiera eso sería suficiente para garantizar una ASM confiable, dado que además es imprescindible contar con una entidad transformada por completo.
En efecto, el segundo reto para los diputados, luego de nombrar a un buen auditor, es modificar en su estructura a la dependencia. De hecho, lo necesario es prácticamente desaparecer a la actual, y crear una nueva por completo, con un perfil autónomo e independiente, que no dependa del propio Congreso del Estado, y que no esté sujeto a los cabildeos de diputados para indagar y sancionar irregularidades de alcaldes y oficinas del poder público michoacano, en cualquiera de sus niveles.
Ambos retos van de la mano, no serviría que se cumpla bien sólo uno de ellos. En los hechos, se trata del primer gran compromiso de la actual Legislatura. De la manera en que lo desahogue, dependerá en mucho la calificación que vayan forjándose los diputados locales. Es, pues, ahora o nunca para éstos.