Todo hombre tiene su precio; lo que hace falta es saber cuál es
Joseph Fouché (1758-1820) Político francés
A ver: el auditor Superior de Michoacán, Miguel Ángel Aguirre Abellaneda, está tramitando que 108 empleados de esa dependencia sean “devueltos” a la plantilla laboral del Congreso del Estado, debido a que no cuenta con el presupuesto suficiente para cubrir sus requerimientos salariales.
Históricamente, los antecesores de Aguirre, sobre todo el último, José Luis López Salgado, han asegurado que la falta de personal suficiente es el factor para explicar que el organismo no cumpla con todos las obligaciones legales que tiene, sobre todo la relacionada con auditar la mayor cantidad que sea posible de oficinas gubernamentales a nivel estatal y municipal.
La ASM tiene más de cuatrocientos trabajadores, número sobrado en términos cuantitativos, pero claramente deficitario si lo que se mide son perfiles especializados en la tarea de auditar. Y ello tiene una explicación: la Auditoría ha sido considerada siempre por los diputados como su agencia de colocaciones, a donde mandan familiares, amigos, compadres, queridas, no importa que no cuenten con el menor perfil; sabiendo leer y escribir, alguna función les encontrará el auditor, a fin de cuentas éste no puede objetar a los diputados que le atiborren de personal ineficiente su oficina, si les debe la chamba a ellos.
Hoy hay cierto grado de autonomía para la ASM, y su nuevo titular estima que aún con 108 empleados menos, podrá sacar el trabajo sin problema, lo que echa por tierra la versión de sus antecesores, que pretextaban falta de personal para justificar la ausencia de resultados.
Es de suponerse que Aguirre ya evaluó a su personal, y concluyó que si se deshace de 108 empleados sin el menor perfil tampoco se verá afectado, porque de cualquier forma no se les puede considerar imprescindibles en la tarea auditora de la dependencia. Sin ellos quizá se acumule un poco más de polvo en los escritorios, pero no mermará en el trabajo de auditar presupuestos.
Con todo ello, lo que queda claro es que la ineficiencia histórica de la ASM para auditar con todo rigor cómo se manejan los recursos financieros en todos los entes de poder a nivel estatal y municipal, en mucho es resultado de la injerencia grosera de los diputados, que atestaron de personal sin calidad a la dependencia, tanto, que hoy prefiere ésta deshacerse de más de cien empleados. Bofetada con guante blanco a los diputados, sobre todo a los de las últimas legislaturas. Habrá que confiar que la actual ya no haya caído en esa tentación.
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