¿Será que están tan hundidos que ya no necesitan abogados, sino otra vez autodefensas?
Jaime Garzón (1960-1999) Activista colombiano
Luego de la detención de “El Abuelo”, la pregunta es obligada: ¿cuántos autodefensas, o supuestos autodefensas más están en la mira de la Secretaría de Marina, o bien que sin estarlo, debieran, dado el perfil delincuencial de un gran número de ellos?
De hecho, Pascual Sigala Páez, secretario de Gobierno, dio a conocer este lunes que luego de “El Abuelo”, las autoridades, léase la misma Secretaría de Marina, van sobre los hermanos Sierra Santana, conocidos en la tierra caliente como “los viagra”, igualmente ex autodefensas.
Hoy, la detención de “El Abuelo” y quizá en fecha próxima la de los hermanos Sierra, sirve como pretexto para los críticos de la figura de las autodefensas, para insistir en fustigarlas. Empero, como siempre, hay que poner las cosas en su justa dimensión y correcto contexto.
En esencia, las autodefensas fueron civiles que genuina y justificadamente se armaron, sobre todo en la tierra caliente, para protegerse no sólo de la Familia Michoacana y luego de los Caballeros Templarios, sino también de las corporaciones policiacas municipales y estatales. Ante la inacción del estado mexicano, hicieron lo que haría cualquiera con una mínima dosis de dignidad: defenderse, defender sus propiedades, defender a sus mujeres, defender a sus hijos.
La historia ya se conoce: el entonces comisionado Alfredo Castillo utilizó a las autodefensas y alentó que los delincuentes se incorporaran a ellas, suponiendo que al ingresar se volverían gente de bien. Esa infiltración, insisto, alentada por el propio Castillo, fue lo que finalmente pervirtió al movimiento.
Pero que en el camino las autodefensas se fueran prostituyendo, y que afortunadamente hoy comiencen a ingresar a la cárcel los disfrazados, no significa que haya que quemar en leña verde a todos sus integrantes. Hay que tener la claridad para no caer en maniqueísmos, sino valorar objetivamente: la figura de las autodefensas, me parece, sigue siendo respetable, digna de crédito. A los malandros que se infiltraron en ella, ningún tipo de permisividad ni tolerancia, como parece comienza a ser, a juzgar por los operativos de la Marina.
Como siempre, es imperativa la ecuanimidad y la valoración justa. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>