La peor lucha es la que no se hace
Karl Marx (1818-1883) Filósofo y economista alemán
De “lamentable” califica Andrés Manuel López Obrador, que los medios de comunicación informen a diario el número de mexicanos infectados y el de los que fallecen por Covid.
¿Qué tiene de lamentable informar la realidad? Lo lamentable sería no hacerlo. Lo lamentable, en todo caso, es tener un presidente que descalifica a los medios por cumplir su labor. ¿Cómo supone López Obrador que debiera dársele seguimiento informativo a las consecuencias de la peor pandemia del último siglo?
En el fondo, el calificativo del presidente de “lamentable” al manejo informativo de la pandemia, es consecuente con su indiferencia hacia el fenómeno. Está claro que para él, la pandemia no es asunto de primera magnitud; es evidente que para él, que mueran en cuatro meses 53 mil mexicanos por ese motivo, no es tema relevante, como no lo es desde luego que otro tanto haya muerto por la violencia incontrolable y mucho menos lo es que un millón de mexicanos pierdan su empleo en un trimestre.
Para López Obrador, lo trascendente es que su proyecto político se consolide, que la 4T asegure mayoría y por ende el control en San Lázaro en las elecciones del 21 y, por supuesto, que en el 24 se extienda su mandato, por sí o por interpósita persona. Punto.
Hoy, en su lógica y con base en esa visión y ese orden de prioridades, los medios debiéramos darle cobertura con mucho mayor énfasis que a la pandemia, a la venta de boletos para la rifa del avión presidencial, al caso Lozoya y a su declaración de que en el gobierno de Felipe Calderón se instauró un narco estado. ¿Los muertos por la pandemia?, ¡bah!, eso es peccata minuta.
Lamentable es la pandemia en sí, lamentable es su “manejo” por parte de su gobierno. Lamentable es tener un presidente como López Obrador.
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