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domingo, junio 29, 2025

BEDOLLA, POR UNA OBLIGADA REINGENIERÍA FINANCIERA

Nunca discutas con un superior; corres el riesgo de tener razón

Marco Aurelio (121-180 d. C.) Emperador romano

 

jaimelopezA la espera de que se materialice el respaldo financiero prometido por la Federación, con el que, si se cumple, el estado estaría en condiciones de sacar adelante el pago de la nómina educativa y sus aportaciones a los organismos autónomos, de aquí y hasta el fin de año, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla está obligado a ir diseñando, desde ya, una auténtica reingeniería financiera en su administración.

El apoyo federal debe ser considerado un auténtico “bomberazo”, un salvavidas emergente que alivia por el momento la crisis de insolvencia económica, pero no puede suponer Ramírez Bedolla que esa será la vía eterna para que su administración salga adelante, porque por muy cercano que sea al presidente López Obrador, debe tener claro que él, como gobernador, debe ser el protagonista del reencauzamiento financiero del estado.

Y para ello, es obligado que considere al menos una serie de elementos y condiciones sine qua non:

Uno, ni una sola plaza más debe crearse en la ya súper obesa Secretaría de Educación, lo que incluye no autorizarlas a los normalistas que las exigen, pero también, no ocupar las que queden libres por cuestiones de jubilaciones o pensiones. Una limpia de verdad de “aviadores” en esa dependencia, es obligada.

Dos, lo mismo aplica para la estructura de la burocracia estatal: ni una nueva plaza más puede crearse, y todas las vacantes por jubilación deben quedar congeladas.

Tres, el gobernador debe promover las reformas legales necesarias para que ese mismo criterio aplique en todas las instancias del poder público estatal, incluidos los órganos autónomos, con la Universidad Michoacana a la cabeza.

Cuatro, las cientos, o acaso miles de plazas eventuales en la estructura gubernamental, deben ser canceladas.

Cinco, el uso de vehículos oficiales, aparatos de comunicación, gasolina y gastos “de representación”, deben ser reducidos a su mínima expresión.

Seis, la Secretaría de Finanzas debe echar a andar un cruzada para hacer más eficiente su recaudación, hoy bastante pobre.

Solo con cumplir esos puntos, el gobierno reduciría notablemente la presión de su gasto. No hacerlo, por muchos apoyos federales que pueda haber, significará extender indefinidamente la crisis financiera que ya estalló este año, pero que será nada si se le compara con lo que podría venir en los próximos años, de no dar Ramírez Bedolla un manotazo en la mesa, pero en serio. Veremos si hay la decisión para hacerlo.

twitter@jaimelopezmtz

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