Increíble, pero hay veces que los honestos tienen que dar más explicaciones que los corruptos
René Favaloro (1923-2000) Inventor argentino
Bien, aunque pudo ser mejor, la postura emitida este miércoles por el gobernador Ramírez Bedolla, respecto de los normalistas y su depredadora voracidad por los presupuestos y su ansia de vivir indefinidamente a costa de los impuestos de los demás.
Bien, porque el mandatario dejó en claro que no habrá plazas automáticas para egresados de las Normales. Puede argumentarse que al establecerse en la ley que dichas plazas ya no existen, es una obviedad o perogrullada que Bedolla lo ratifique, pero en tratándose un gobernador morenista y, por ende, en teoría aliado de la Cnte y de sus fuerzas básicas, los normalistas, bien cabría la duda de si en los hechos su gobierno cumpliría la ley, si ésta va en detrimento de sus “aliados”.
Por eso, aunque parezca innecesario remarcar que se cumplirá la ley, no deja de tener valía el compromiso de Ramírez Bedolla en ese sentido. Ahí, bien. Pero claramente pudo ser mejor, más sólida su postura, si hubiera también advertido que la impunidad de que históricamente han gozado los normalistas para delinquir, se ha terminado. Ahí se hubiera vestido de luces el Ejecutivo.
Y es que si bien las acciones delincuenciales de los normalistas son históricas en Michoacán, porque siempre se las han solapado los gobiernos en turno, es evidente que en las últimas semanas han arreciado como una manera de medir a la administración bedollista. En esa lógica se inscriben los actos de secuestro de autobuses con todo y conductores, los saqueos de camiones distribuidores de productos alimenticios y el robo de mercancía diversa que transportan camiones, que día a día aumentan en su número y en los volúmenes de productos robados, hasta llegar a los actuales niveles escandalosos.
Todo, ya se sabe, en la más completa impunidad, ante la mirada impávida de los cuerpos policiacos, que obviamente tienen la instrucción de no intervenir, e incluso más bien de ofrecer todas las comodidades para que los normalistas cometan sus robos y secuestros.
Un alto a esa vergonzosa impunidad, le habría significado a Ramírez Bedolla anotarse un diez este miércoles en su rueda de prensa, luego de su compromiso de no dar marcha atrás en el tema de las plazas automáticas. Es de esperarse que Bedolla haya buscado ser cauto, no entrar de lleno en una confrontación abierta con los aliados de Morena, pero que en los hechos pronto entienda que su obligación es meter en cintura a los delincuentes disfrazados de estudiantes que moran en las escuelas Normales. Este miércoles se quedó a medio camino, aunque…algo es algo.
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