El periodismo es libre o es una farsa
Rodolfo Walsh (1927-1977) Periodista argentino asesinado
¿Qué tuiteó el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en torno a los asesinatos de periodistas en México, que sacó, otra vez, de sus casillas al presidente López Obrador?
Va el comentario textual del número dos del gobierno de Estados Unidos en su cuenta personal de twitter: “el elevado número de periodistas asesinados en México este año y las continuas amenazas a las que se enfrentan son preocupantes. Me uno a quienes piden mayor responsabilidad y protección para los periodistas mexicanos. Mi corazón está con los seres queridos de aquellos que dieron su vida por la verdad”.
No encuentro en ninguna parte del texto de Blinken, un solo enunciado, primero, que no corresponda a la verdad y, segundo, que sea criticable por nadie, ni siquiera por el irascible de nacimiento presidente mexicano.
Éste, en la mañanera de este miércoles, descalificó el tuit de Blinken, con sus tradicionales “otros datos”, pero luego ordenó al canciller Marcelo Ebrard enviar al secretario de Estado una ridícula y demagógica misiva: “México condena y persigue los asesinatos cometidos contra periodistas, que además del dolor y daño que provocan, vulneran el ambiente de libertades y atentan contra los valores democráticos en los que firmemente creemos”. Dijo Ebrard que esos asesinatos son investigados por autoridades federales y locales y que “se ha hecho equipo para garantizar que no haya impunidad…el presidente y quienes formamos parte de su gobierno, tenemos un compromiso de rendición de cuentas exclusivamente con los ciudadanos mexicanos y las instituciones de México; la información y avances de los crímenes contra periodistas han sido hechos del conocimiento público por el propio presidente en su conferencia de prensa diaria”.
En realidad, si alguien miente es Ebrard: aquí sabemos que no se investiga ningún asesinato contra periodistas y que sí hay completa impunidad. Blinken emitió un posicionamiento que debiera ser avalado por los mexicanos y aún por el gobierno. A cambio, éste decide hacerse el ofendido y genera un toma y daca de declaraciones con Estados Unidos inútil, sin sentido. Rauda, la Casa Blanca reviró con un respaldo a Blinken, lacónico pero contundente: sus declaraciones, dijo, “se basan en hechos”. ¡Tómala!
Y es cierto: los asesinatos están ahí, no son “otros datos”, son reales. La impunidad está ahí, el clima de amenazas contra periodistas está en todos lados, comenzando por López Obrador en su mañanera. El tuit de Blinken solo representa la radiografía de un México real. La mejor prueba es la iracunda reacción del tabasqueño, al que, ya sabemos, le duelen las verdades, no las mentiras.
twitter@jaimelopezmtz