A fuerza de conceder derechos a todo el mundo, la democracia es el régimen que mata con mayor seguridad la bondad
Albert Guinon (1863-1923). Dramaturgo francés
Por más que fuera previsible, no deja de llamar la atención la “estrategia” que la Cnte ha diseñado para liquidar su parte en el convenio tácito que tiene con Morena, al menos en Michoacán: ir tras el hermano del gobernador Silvano Aureoles, Antonio García Conejo, perseguirlo en sus recorridos por el estado, acorralarlo, provocarlo y, si es posible, “colaborar” con un herido y en una de esas hasta con un muertito, en alguno de los enfrentamientos que está intencionalmente generando con perredistas.
Y llama la atención por peligrosa, en lo político y en términos de estabilidad social.
García Conejo, como se sabe, busca ser el candidato al Senado de la alianza que su partido, el PRD, tiene con el PAN. Y, como es de dominio público también, la Cnte ha iniciado durante la semana anterior una persecución en su contra. Por donde se pare en campaña, la “estrategia” es provocarle, boicotearle sus mítines, bajo el pretexto de que es una forma de protestar por la reforma educativa y por la falta de pago de bonos por parte de la Secretaría de Educación estatal.
Que García Conejo no tenga nada que ver con esos temas, es lo de menos. La Cnte supone que mata tres pájaros de un tiro: uno, mantiene la presión contra el gobierno estatal para que le cumpla sus exigencias salariales; dos, mina políticamente al propio Aureoles generando un ambiente de incertidumbre político-electoral, y tres, trata de desbarrancar a García Conejo, claramente el favorito para ganar la elección de senadores en julio próximo. Con esto último, la Cnte hace su parte en la alianza que mantiene con Morena, que jugará para esa posición con el ex priísta, ex perredista, ex colaborador de Movimiento Ciudadano y ex aspirante a crear un partido propio en Michoacán, ahora morenista, Cristóbal Arias.
Si todo se redujera a la presión estrictamente política, no pasaría a mayores. El problema es que la cacería que ha emprendido la Cnte en contra de García Conejo, es un factor de altísimo riesgo para la gobernabilidad y la estabilidad del escenario electoral en Michoacán: cada aparición centista seguro conllevará una reacción de perredistas seguidores de García Conejo, y en una de esas la sangre sí puede llegar al río, literalmente. Como toda “estrategia” centista, no es descabellado que incluya en este caso la posibilidad de que estalle la violencia en cualquier momento, sin soslayar que en su lógica, un herido o hasta un muerto, serviría para cumplir sus objetivos. “La causa” justifica eso y más.
En Aguililla y en Apatzingán se han dado los primeros choques entre centistas y seguidores de García Conejo. Más allá de mentadas de madre, jaloneos y uno que otro golpe, no ha pasado a mayores la cosa, pero nada garantiza que no suba de tono en cualquier momento, sobre todo porque, repito, en el fondo es lo que la Cnte busca.
La Cnte maniobra para convencer a Morena que su aporte en la alianza, ya lo está cumpliendo, como parte del convenio que tienen: el magisterio ayuda a ganar a López Obrador, y éste pagará factura echando abajo la reforma educativa y regresando, seguro con creces, la serie de prebendas y canonjías que los gobiernos federal y estatal han ido arrancando de las manos a la insaciable dirigencia centista. Ni modo que no sea claro. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz