En la política es como en las matemáticas: todo lo que no está totalmente correcto, está mal
Edward Kennedy (1932-2009) Político norteamericano
La decisión del panismo michoacano –léase Marko Cortés-, de avalar integrarse a una alianza multipartidista que trate de impedir que Morena se haga de la gubernatura en el 2021, parece dejar el camino despejado para que Alfonso Martínez Alcázar sea el candidato de dicha coalición.
Y es que los panistas pusieron como condición para sumarse a la eventual alianza, que el candidato a gobernador sea ajeno a los partidos que la integrarán, es decir, que se ajuste al perfil de “candidato ciudadano”. El término claramente está mal empleado, porque todos somos ciudadanos, con filiación partidista o no, pero se ha acuñado para referirse a los apartidistas.
Y en la lógica del candado panista, Martínez Alcázar sería, al menos en este momento –y tampoco se ve que de la noche a la mañana vayan a surgir perfiles apartidistas a raudales-, el más viable para encabezar la alianza. Ello, evidentemente, en el supuesto de que PRD y PRI, los otros eventuales integrantes del frente, acepten el requisito de los panistas.
Pero si perredistas –ahora entiéndase Silvano Aureoles- y priístas, en realidad están en la búsqueda de una alianza que efectivamente sea competitiva a Morena, deberán sumarse al criterio panista: el candidato, para estar en condiciones viables de triunfo, no debe ser ni panista, ni priísta ni perredista. Así de fácil.
Otro potencial perfil sería el rector nicolaita, Raúl Cárdenas, pero su gris paso al frente de la Universidad Michoacana prácticamente le cierra la puerta para ser considerado aspirante de ese frente anti morenista. Por el lado empresarial, acaso sólo alguien de la dimensión de un Alejandro Ramírez podría reunir un perfil competitivo, pero para alguien de las grandes ligas financieras, como él, la gubernatura no parecería un atractivo muy sólido, máxime en las condiciones de inseguridad, inestabilidad institucional y crisis financiera a tope que encontrará el sucesor de Silvano Aureoles. Y eso, sin considerar la crisis por la pandemia, que es mundial y que se espera puede contenerse a partir del próximo año. De empresarios locales, no se ve ninguno con los tamaños para abanderar una alianza con un rango razonable de competitividad.
La otra opción, claro, es que PRD decida ir con su propio candidato, el PRI haga otro tanto y el PAN no tendría otra opción que jugar solo. Y en ese escenario, ni con candidato apartidista le alcanzaría. Sería la elección ideal para Morena.
En síntesis: priístas, panistas y perredistas deben tener claro que requieren una ecuación sine qua non: alianza, sí, pero con candidato apartidista. La primera por sí misma no les alcanzaría. Si no, al tiempo. twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com