No os espante el dolor: o tendrá fin o acabará con vosotros
Séneca (4 AC-65) Pensador romano
El reto de Raúl Cárdenas Navarro es enorme, pero paradójicamente, demasiado fácil de enunciar: no repetir la triste historia de sus antecesores y, como resultado de ello, impulsar los cambios estructurales que la Universidad Michoacana exige, ya no como opción, sino como requisito absoluto para medio enderezar su nave. Nave que el nuevo rector toma a pique.
Cárdenas debe tomar en cuenta lo que hicieron al menos sus últimos cinco o seis antecesores, para hacer justo lo contrario: no doblarse ni entrar en inconfesables contubernios con el crimen organizado que asola los pasillos universitarios, disfrazado de dirigencias sindicales, como medida imprescindible para perfilar a la Universidad por la ruta de la superación de su profunda crisis financiera, paso obligado para la mejora en el resto de sus funciones propias, vinculadas con la investigación, la calidad educativa y la difusión de la cultura.
De hecho, Cárdenas tiene una ventaja, que si es inteligente, debe aprovechar: el hasta ayer rector Medardo Serna debió dejarle en algún cajón del escritorio el proyecto de reforma estructural que sintetizó la decena de foros que organizó exprofeso y que nunca tuvo el valor de hacer llegar al Congreso del Estado, para que éste iniciara el diseño de una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica universitaria.
Se trata de un documento de primer nivel, que Cárdenas debe turnar de inmediato a los diputados, con o sin el aval de los mafiosos sindicatos. Sería la mejor forma de entrar con el pie derecho a la Rectoría. No está de más recordar, que dicho documento contiene acciones concretas para enderezar la nave nicolaita: la creación de un fondo de jubilaciones y pensiones, con aportaciones de los empleados y profesores; la contención del gasto en casas de estudiantes; un ajuste en el gasto de personal, ofertando jubilaciones anticipadas, sobre todo para los cientos de empleados que no cumplen ninguna labor, y congelando las vacantes, entre otros varios aspectos más.
Si, como todos sus antecesores, Cárdenas se doblega ante los sindicatos para evitarse problemas, cede a sus demenciales demandas y no se asume en su papel de líder nicolaita, será, como todos aquellos, un rector más, no “el rector” que su Universidad exige.
Cierto, confrontar a los mafiosos dirigentes sindicales le puede acarrear un sinfín de problemas, pero está claro que no haciéndolo también –ahí está Serna como botón de muestra-, así que por dignidad y vergüenza, las mismas que ninguno de los ex rectores mostró, debe encabezar la gran cruzada por la sobrevivencia y relanzamiento de la institución. Veremos de qué está hecho. Sólo el tiempo dirá. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>