La política es un asunto demasiado serio, como para confiársela a los políticos
Charles de Gaulle (1890-1970) Estadista francés
Mr. Trump:
Le saludo no precisamente con afecto, dada su animadversión contra los mexicanos, pero digamos que con educación.
No consulté con nadie, pero quiero creer que le escribo a nombre de millones de mexicanos. Primero, para agradecerle que haya podido “domar” a nuestro presidente, el señor Andrés Manuel López Obrador, obligándole a hacerse la prueba del Covid-19 y a utilizar cubre bocas, al menos durante el tiempo que se encuentre en Estados Unidos. Como usted sabe, nuestro gobernante, cual adolescente rebelde, se ha negado sistemáticamente a acatar casi todas las medidas del protocolo sanitario ante la pandemia, ni pruebas, ni cubre bocas, ni sana distancia, ni quédate en casa, ni di no a eventos no esenciales, etcétera. Usted logró volverlo responsable con un chasquido de dedos, so pena de no tener el honor de que usted lo reciba en Washington.
Y ya que ha confirmado tener tal ascendencia sobre nuestro monarca, y perdonando el atrevimiento, quisiera rogarle le dé instrucciones (puede manejarlo como “sugerencias respetuosas” para guardar las apariencias) sobre dos o tres asuntos que a los mexicanos nos mantiene con preocupación constante: uno, que ya deje en manos de científicos las políticas públicas ante la pandemia; dos, que deje de ser el único presidente en el mundo que no ha autorizado apoyo fiscal o económico alguno para contra restar la crisis financiera y el desempleo; tres, que deje de tirar el dinero público en el cadáver que aquí llamamos Pemex; cuatro, que reactive el aeropuerto de Texcoco, lo que supone cancelar la estupidez de construir el de Santa Lucía; cinco, que se quite de la cabeza la insensatez sesentera de construir otra refinería; seis, que haga un alto en su pertinaz lucha por dividir a los mexicanos entre buenos y malos; siete, que le recuerde que gobierna para 120 millones de mexicanos, no para 30; ocho, que cese en su proyecto de desaparecer la clase media mexicana, en la búsqueda de ampliar la pobreza y la miseria dado que a éstas es más fácil dominar desde el gobierno; nueve, que deje de desmantelar las instituciones y a cuanto organismo autónomo opera aquí; diez, que entienda que la prensa es, por definición, crítica del poder en turno, no de él en particular. Y una más, que escriba diario cien planas con “no debo decir mentiras, no debo decir mentiras…”
Si logra ello, o aunque sea una parte, le vamos a perdonar que nos lo haya mandado a dormir a un motelito de paso y que no le vaya a dar los honores protocolarios dignos de un jefe de Estado.
No espero misiva de respuesta. Con que gire usted sus apreciables órdenes a nuestro presidente, será suficiente. Good luck.
twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com