La ambición de poder es una mala hierba que solo crece en el solar abandonado de una mente vacía:
Ayn Rand (1905-1982) Filósofa rusa
El recelo a creerle a pie juntillas a Omar García Harfuch, respecto de la detención de “el licenciado” como supuesto autor intelectual del asesinato de Carlos Manzo, tiene fundamentos sólidos.
El más importante es que parece haber desdeñado dos lógicas líneas de investigación, aunque ambas englobadas en un mismo escenario:
Uno, las más de ochenta denuncias penales que ante las auditorías michoacana y federal interpuso en su momento Carlos Manzo como alcalde uruapense, en contra de funcionarios diversos de la gestión municipal que le antecedió, encabezada por Ignacio Ocampo, todas por desvío de dinero presupuestal. Y dos, los duros y reiterados señalamientos que levantaba contra Raúl Morón y Leonel Godoy, acusándoles de nexos delincuenciales.
La más elemental lógica policiaca de investigación, indica que esos antecedentes por ningún motivo deben soslayarse. ¿A quién beneficia la muerte de Manzo, dentro y fuera de la 4T? Que un cártel criminal haya atentado contra Manzo, porque éste no tenía miramientos para combatirlos, parece lógico, pero también lo es indagar la otra muy sólida línea, la de corte político.
Es deseable que Harfuch así lo dimensione y obre en consecuencia, para que su investigación resulte convincente, no plagada de dudas y recelos, como hasta ahora. X@jaimelopezmtz
