20 C
Morelia
miércoles, octubre 9, 2024

CASO MIRELES, DE TERROR

Si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario, ya no sería justicia

Paul Auster (1947-?) Novelista estadunidense

 

jaimelopezClaramente más forzado por las circunstancias que por convencimiento, el juez de Distrito Quinto de lo Penal, Rubén Olvera Arreola, autorizó a regañadientes fijarle una fianza a José Manuel Mireles Valverde para que pueda seguir en libertad su proceso penal.

A final de cuentas se dio lo que dictaba el sentido común, no por justicia sino por presión mediática: pagando treinta mil pesos, Mireles dejará la prisión, luego de estar tres años en ella.

Y lo que pone los pelos de punta es justamente corroborar que la aplicación de la justicia en este país pasa invariablemente por las decisiones e intereses políticos, y en algunos casos financieros y hasta personales, pero casi nunca por el marco de derecho, por la ley misma.

¿Qué nos deja el caso Mireles? Casi nada, comprobar que Temis, la diosa griega sinónimo de justicia, en México no es ciega, aquí le dejamos bien abiertos los dos ojos para vea con toda claridad a quién beneficiar y a quién perjudicar con sus decisiones.

Lo espeluznante es que tuvo que ser la presión mediática, de algunos políticos, de organismos de derechos humanos, de medios de comunicación, del partido Movimiento Ciudadano, de organismos no gubernamentales, la que obligara al Poder Judicial a ordenar al juez a cumplir lo que dice la ley: que cualquiera acusado de un delito considerado no grave, tiene el derecho a llevar su proceso en libertad. Pero en el caso Mireles, resulta que por tres años pesó más la presión de Alfredo Castillo, de la PGR, del Estado Mexicano en su conjunto, y Mireles nunca pudo acceder al beneficio consagrado en la ley, sino hasta ahora, tres años después.

A fin de cuentas, Castillo, la PGR, el gobierno, se salieron con la suya: retener ilegalmente tres años en la cárcel a alguien acusado de un delito no grave, pero al que convenía mantener en ella como lección para aquellos que tengan la osadía de retar al sistema. Eso es lo tétrico, evidenciar que en México no hace falta ser inocente, si el régimen quiere, puede mantener por tres años en la cárcel a quien se le dé la gana.

Y peor: Mireles sale libre tres años después, sí, pero ahora imaginemos lo que pasa con los cientos de miles de personas sujetas a proceso que no son famosas, que no concitan el respaldo mediático. ¡Uf!, aterra pensar que con la mano en la cintura pueden pasar cinco, diez años en prisión, sin que nadie meta las manos por ellas, porque no tuvieron el respaldo mediático, político o financiero para dejar la cárcel.

En lo dicho: en México, la cárcel es para los pobres o, como en el caso de Mireles, para aquellos a los que el sistema les pone el ojo encima. ¿Alguna duda?

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí