Dadme dos líneas escritas a puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar
Cardenal Richelieu (1585-1642) Noble y hombre de estado francés
La libertad definitiva para José Manuel Mireles, el legendario líder de las autodefensas de la tierra caliente michoacana, a más de constituir un acto de absoluta reivindicación, refleja con nitidez porqué la justicia mexicana tiene que entrecomillarse, porque es todo, menos eso, justa.
Dos elementos, al menos, explican porque la de México es una justicia “injusta”:
Primero, porque queda evidenciado que la justicia está fundamentada en leyes formuladas dolosamente para favorecer a quien así se quiera, y perjudicar al que convenga. Un mismo delito puede perfilarse como grave o no, según quien lo haya cometido. Por un mismo delito, un ciudadano puede no verse involucrado en un proceso penal, siempre y cuando tenga el poder económico y/o político para librarlo, y otro va derecho a la cárcel, si así conviene por cualquier razón si enfrente hay un ente de poder.
Y segundo, porque no queda duda de que la justicia mexicana está completamente politizada. Dígalo si no el caso Mireles: mientras Alfredo Castillo mantuvo el poder que le daba su cercanía con el presidente Peña Nieto, ningún juez se atrevió a decretar la libertad del líder de autodefensas, pese a lo endeble de las acusaciones. Ahora, con la derrota del PRI en la elección presidencial, ni Peña ni Castillo tienen ya la suficiente fuerza para presionar a la justicia federal y ésta no tiene problemas en decretar la libertad de Mireles.
Dicho de otra manera, Mireles sale de la cárcel porque ya los jueces no le temen a Castillo. Punto. Si el PRI hubiera ganado la elección presidencial, jure usted que el proceso contra Mireles hubiera seguido tanto como fuera considerado necesario para mantenerlo a raya.
Y un añadido: por supuesto que la justicia federal absuelve a Mireles para hacer un guiño a Andrés Manuel López Obrador, defensor del autodefensa.
Así de podrida está la “justicia” mexicana. ¿Así, o más claro?