La educación no es preparación para la vida; la educación es la vida misma
John Dewey (1859-1952) Pedagogo norteamericano
El ciclo escolar 20-21 no inicia, al menos en Michoacán, con buenos presagios en ninguna de las vertientes que conforman el sector educativo.
En lo económico, porque por primera ocasión en muchos años, por no decir que de manera inédita, el gobierno del estado no cuenta con los recursos presupuestarios para pagar las diez últimas quincenas del año; de hecho, ya para la primera de agosto, el gobernador Aureoles tuvo que apelar a un resquicio fiscal de no fácil comprensión, para que Hacienda le ayudara con 180 millones de pesos, con los que completó a duras penas la raya de los maestros y trabajadores y aviadores del sector.
El asunto es que, ya lo anticipó él, de aquí y hasta el 31 de diciembre, cada quincena tendrá que ver en qué oficina federal salen en su auxilio. Requiere alrededor de 350 millones cada quince días, y cuenta con menos de la mitad. Las mafias sindicales del magisterio iniciaron sin mucho contratiempo este lunes el ciclo escolar, porque recién se les había pagado la quincena y los trescientos conceptos de bonos y prestaciones restantes, pero en cuanto se retrase su dinero ya veremos cómo comienzan sus movilizaciones.
En lo verdaderamente relevante del quehacer educativo, el proceso de enseñanza de los niños y jóvenes, el escenario pinta aún más dramático: la Cnte ya avisó que, como viene haciendo desde hace una década, otra vez no se ajustará ni a programas, ni a libros de textos ni a métodos docentes, menos a calendarios oficiales. La Cnte ya imprimió sus propios libros de texto y los de la SEP, como siempre, van a la basura, y aquellos son los que usará en las escuelas que domina, que en Michoacán son la mayoría. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones: la Cnte no educa a los niños michoacanos, los adoctrina para el caos y la anarquía, para la corrupción y la inestabilidad social.
Y en lo político, el panorama también es cruento: la segunda parte del ciclo escolar coincidirá con el arranque, formal y fáctico, del proceso electoral que desembocará el primer domingo de julio del 2021, y en Michoacán la Cnte se apresta ya a integrarse a la estrategia de desestabilización que Morena echará a andar para tratar de desbarrancar, si se puede desde ahora y si no en el proceso electoral, a Silvano Aureoles. Su capacidad de movilización, de presión y chantaje, de sembrar el terror como moneda de cambio para negociar, se vuelven un elementos altamente apetecible para Morena en el terreno electoral.
Así, lejos del estado festivo con el que abrió este lunes el ciclo escolar, en Michoacán el panorama pinta color de hormiga y, como siempre, quienes pagarán los platos rotos son los niños y jóvenes, sobre todo los que tienen la desgracia de tener como maestro a alguien que forma parte del crimen organizado disfrazado de sindicato magisterial.
El caos se respira por doquier. Al tiempo.