Un gobierno que emplea la fuerza para imponer su dominio, enseña a los oprimidos a usar la fuerza para oponerse a él
Nelson Mandela (1918-2013) Activista y presidente de Sudáfrica
Ni el gobierno del estado ni los otros tres sindicatos que integran la Junta Directiva de Pensiones Civiles del Estado, deben permitir que se viole la ley y la Cnte, que ocupa la otra silla, consiga una adicional para poder dirimir su propia división interna.
En realidad, ese es el fondo de la movilización y la presión desatada por la corriente disidente de la Cnte michoacana, que este jueves contempla tomar las oficinas de Pensiones Civiles, bajo el pretexto de que el gobernador Silvano Aureoles pretende imponer un nuevo representante en esa instancia.
Primero, habrá que aclarar que la Junta Directiva de Pensiones Civiles se integra con siete escaños: el secretario de Finanzas del gobierno estatal, que funge por ley como presidente, dos que designa directamente el titular del Ejecutivo, cuatro representantes sindicales de los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo, además del magisterio. Este último espacio debiera ser ocupado por el Snte, que es el sindicato legalmente reconocido a nivel nacional por parte del magisterio, pero resulta que en Michoacán la silla se le dio hace muchos años a la Cnte, que no tiene reconocimiento oficial, como canonjía política.
El problema es que a partir del año pasado, en que los centistas renovaron su dirigencia, ese proceso derivó en un rompimiento entre la dirigencia “oficial” y la disidente. Para efectos internos, hoy hay dos sindicatos centistas, irreconciliables entre sí, pero que parecen haber unido fuerzas en un tema: lograr silla para ambos en Pensiones Civiles, porque una obviamente no es suficiente.
Además de violatorio de la ley, porque ésta establece con claridad cuántos espacios tendrá la Junta Directiva de Pensiones, aceptar la demanda centista significaría un revés para el gobierno e incluso para los otros sindicatos integrados. Ya en sí la presencia de la Cnte en esa Junta, es ilegal, por la razón expuesta, y ahora darle dos espacios sería aberrante. Ni la representación gubernamental ni la del resto de los sindicatos, deben permitir ese otro espacio que demandan los centistas. Este jueves, por lo pronto, éstos tomarán las oficinas de la dependencia, alegando intromisión del gobernador. Pues claro que la hay, en el sentido de que la ley establece tres representantes suyos. El fondo de la movilización centista, es el señalado. Desenmascarada su intención, sería el colmo que se cediera a su chantaje. Veremos.
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