La política es un arte de equilibrio entre los que quieren entrar y los que no quieren salir
Jacques Benigne Bossuet (1627-1704) Intelectual francés
El presidente López Obrador no parece haber dado, por ahora, demasiada importancia al acuerdo del INE para prohibir la transmisión de sus homilías mañaneras, oficialmente llamadas ruedas de prensa, en los dos estados en los que habrá elecciones locales en octubre próximo: Hidalgo y Coahuila.
Y eso que no es un asunto menor: la resolución del INE le pega en la línea de flotación al presiente, dado que sus mañaneras representan el soporte más importante de su ejercicio gubernamental. Una administración de saliva, sin resultados ni trabajo prácticamente de ningún tipo, solo tiene la verborrea como sustento. Es su caso.
Por eso, que el INE le restrinja, aunque sea parcialmente, ese ejercicio, debería causarle una indignación mayúscula, más, acostumbrado como está a no respetar protocolos, reglamentos ni lineamientos de ninguna índole.
Pero resulta que por alguna razón no fácil de entender, López Obrador casi ha dejado pasar por alto ese coscorrón del árbitro electoral. Es probable que su silencio se deba a la escasa importancia que debe darle a un par de elecciones que ni siquiera serán de gobernador: Hidalgo renovará sus ayuntamientos y Coahuila su Congreso.
El problema es que el INE ordena que en ambos estados no se transmita la mañanera porque la considera un acto de propaganda, prohibido por la ley en época electoral. Y si ya aplicó tal criterio, es fácilmente previsible que lo refrende cuando se acerquen las elecciones de julio del 21, la madre todas las elecciones, y entonces el INE prohibirá la transmisión de la homilía matutina pero en todo el país.
Y ahí sí sería la ofensa mayor que López Obrador podría sufrir y el golpe político más drástico a su empeño por ganar San Lázaro.
Claramente, y contrario a la resolución local para Hidalgo y Coahuila, en ese caso el presidente no se quedaría con los brazos cruzados, lo que hace presagiar un choque de trenes en el primer semestre del 21: AMLO contra el INE.
Si el árbitro electoral ya marcó la ruta y en los comicios del próximo año estará obligado a prohibir la difusión de las mañaneras en todo el país, el tabasqueño ya también ha marcado su hastío por el INE, hastío que en el 21 puede llegar a niveles de peligrosa confrontación. Al tiempo.
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