Estoy a favor de la verdad, la diga quien la diga; y de la justicia, a favor o en contra de quien sea:
Malcolm X (1925-1965) Líder religioso estadounidense
La Conago, Conferencia Nacional de Gobernadores, llegó a ser un ente serio, respetable, que aglutinaba a todos los mandatarios estatales, al margen de filiaciones partidistas, con el objeto de ser un interlocutor con la Federación en la búsqueda de mejores escenarios políticos y presupuestarios para los estados; su pluralidad permitió que nunca se mostrara como un organismo abyecto al presidente en turno, independientemente de su postura institucional.
Pero hoy, la Conago también ha sufrido una metamorfosis, una “transformación”: es la zalamería en todo su magno esplendor. La zalamería, sí, pero también la personificación de la mentira.
Sin rubor, la Conago en pleno, ya no solo los gobernadores cuatroteístas como en los tiempos de López Obrador, no tiene empacho en mentir con tal de sumarse a la defensa de Claudia Sheinbaum, que dice que no dijo lo que dijo.
La Conago circula este martes por la noche un documento con el nombre de todos los gobernadores, supongo que con su anuencia, en el que advierte que expresa su respaldo institucional a la presidenta Claudia Sheinbaum “ante los señalamientos recientes acerca de las manifestaciones ocurridas en la ciudad de Los Ángeles, California, Estados Unidos de Norteamérica. Digamos que hasta ahí podría entenderse, pero luego viene la mentira vil, vergonzosa: dicen que la presidenta Sheinbaum “nunca ha llamado a protestas violentas. Por el contrario, ha reiterado en múltiples ocasiones que las manifestaciones deben ser pacíficas, con apego a la ley y al respeto mutuo. La presidenta ha enfatizado el valor del diálogo como vía para la solución de las diferencias”.
Sheinbaum sí llamó a la movilización social entre los migrantes en Estados Unidos, para presionar al presidente Trump a que elimine el impuesto ordenado a las remesas. “Nos vamos a movilizar”, dijo Sheinbaum la semana pasada. No se refirió a protestas violentas y vandálicas, cierto, pero el término “movilización” entre sus huestes tiene la connotación de violencia y ella lo sabe. Y buena parte de la comunidad mexicana en el vecino país se encuadra precisamente entre sus huestes. Pero cuando vio la dimensión que ha tomado su anunciada “movilización” en California, reculó y llamó a las medidas no violentas.
Entonces, los gobernadores no solo son zalameros a más no poder con la presidenta, sino descaradamente mentirosos.
Otro elemento propio de las dictaduras: hasta la oposición se dobla con el líder. La lideresa, en este caso. Qué pena ver en lo que terminó la alguna vez respetable Conago. Es ahora Conago, también, en modo 4T.
X@jaimelopezmtz
