En política lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno
Konrad Adenauer (1876-1967) Político alemán
A la Comisión Nacional del Agua le soltaron este lunes los demonios, tratando de endilgarle la responsabilidad de que el Río Grande se haya desbordado e inundado una treintena de colonias morelianas, sobre todo las asentadas en las márgenes del afluente.
Por ignorancia o por perversión, en redes sociales y hasta en áreas gubernamentales, sin faltar en medios de comunicación, velada o directamente le achacaron que no debió abrir las compuertas de la presa de Cointzio, porque eso originó el desbordamiento del río.
Nada más alejado de la realidad. Deben decirse las cosas como son: Conagua ha actuado con toda responsabilidad. La presa de Cointzio está al cien por ciento de su capacidad y por obligación de protocolos en ese tipo de situaciones, Conagua debe abrir sus compuertas para desfogar el agua que sea necesaria para reducir riesgos de colapso.
La única vía de desfogue natural es el Río Grande de Morelia, y enviarle el agua de la presa no es decisión optativa para Conagua, es obligación, aún y cuando ello generara eventualmente un desbordamiento de dicho afluente urbano: ello puede propiciar que éste se desborde y que el agua penetre en viviendas de las colonias aledañas, pero ese resultado jamás se comparará siquiera al riesgo de que la presa “truene” porque no se le desfoga de agua. Esa sí sería una auténtica tragedia, de consecuencias inimaginables para la capital.
Es decir, en un caso extremo (que no ha llegado aún, afortunadamente), Conagua debería optar por el mal menor: desfogar agua de la presa con el riesgo de inundaciones en unas treinta colonias aledañas al río, o no desfogar y que la presa literalmente reviente e inunde, ya sin control alguno, toda la ciudad, con consecuencias funestas. Un párvulo sabe qué debe hacerse.
Pero ni siquiera a ello se ha llegado. Conagua ha venido desfogando agua de la presa hacia el río desde hace varias semanas, de manera controlada. Lo dejó de hacer el fin de semana porque éste ya había llegado también a un límite y porque aún las condiciones de la presa permitían esa flexibilidad.
Empero, las fuertes lluvias del domingo por la noche propiciaron el desbordamiento del río, y no faltó quien en el Municipio, en medios de comunicación y desde luego en redes sociales, atribuyeran a Conagua esas inundaciones.
Este lunes por la tarde, la dependencia federal sí volvió a abrir las compuertas de la presa, que estaba ya al tope, porque además el río ya había bajado su nivel en más de setenta centímetros, en relación al que tenía en las primeras horas del día. El envío de agua al río se mantendría hasta que llueva, ahí se suspenderá.
Importante, pues, clarificar las cosas, porque en medio de condiciones difíciles no dejan de presentarse noticias falsas, algunas veces por ignorancia, otra por dolo, pero para el caso es lo mismo.