Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla
Stanislaw Jerzy (1909-1966) Escritor polaco
Espero sinceramente que cuando Alfredo Ramírez Bedolla anticipa que como gobernador irá “de la mano” del gobierno del presidente López Obrador en el tema del combate a la inseguridad, la violencia y la criminalidad, lo hace solo por ser políticamente correcto, pero que en realidad él, Ramírez, tiene su propia estrategia contra ese flagelo y que no dependerá solo de la Federación.
Y es que si la política presidencial es la de los abrazos y no balazos, en menudo problema estaremos si el gobierno de Ramírez Bedolla le secunda, porque eso y nada es exactamente lo mismo. Si el presidente no va contra los criminales, es solo por una de dos razones: miedo o colusión. Quiero creer que es lo primero, porque aunque para lo segundo hay cada vez más elementos para suponerlo, tampoco hay pruebas.
Y confío que Ramírez Bedolla no tenga ni miedo ni ligas con grupos criminales. Por tanto, es de esperarse que él sí afronte, al límite de las capacidades del gobierno que le tocará encabezar, el cumplimiento de la obligación legal y moral, de confrontar a los grupos criminales.
Ramírez no puede repetir la estupidez lopez obradorista de que a los delincuentes hay que abrazarlos, no confrontarlos. Entiendo que no puede chocar con el presidente por conveniencia política, pero en los hechos de él dependerá cómo quiere pasar a la historia de los gobernadores michoacanos. Confío en que lo haga como quien, aun a contrapelo de la demencial política federal, tuvo los arrestos para ponerse del lado de los michoacanos, no de los criminales. Puede mantener el discurso que quiera, lo importante serán sus hechos.
Sin duda, será ese el mayor reto que enfrentará Ramírez, más allá de temas de salud, financieros, educativos, de conformación de su gabinete. La seguridad, o inseguridad, no es uno de los temas, es “el tema”. Y peor aún, que lo deberá enfrentar sin ningún tipo de respaldo del presidente, porque el cobijo de éste a los delincuentes es evidente. Es decir, Ramírez tiene todo cuesta arriba, pero para eso, y más, se busca un cargo como el de gobernador. Hasta no ver lo contrario, confío en los arrestos y la calidad moral de Ramírez. Veremos. twitter@jaimelopezmtz>