El miedo no tiene lugar en el corazón de un pueblo que ha elegido ser libre:
María Corina Machado (1967-?) Principal opositora de la dictadura venezolana
El régimen se dedicó a desmantelar nuestra democracia, violó la Constitución, falsificó nuestra historia, corrompió a las fuerzas armadas, purgó a los jueces independientes, censuró a la prensa, manipuló las elecciones, persiguió a la disidencia y devastó nuestra biodiversidad.
Quien habla no es ninguna mente lúcida e independiente de las pocas que aún quedan en México. No, es María Corina Machado y se refiere a lo sucedido en Venezuela desde la llegada de la dictadura chavista, hace un cuarto de siglo.
Es parte del mensaje al recibir el Premio Nobel de la Paz, leído por su hija dado que no alcanzó a llegar a tiempo a Oslo al tener que sortear una peligrosa travesía para eludir a la dictadura de su país.
¿Qué parte de ese párrafo de su mensaje no queda claro en México? En realidad no sé si Machado solo haya querido hablar a sus paisanos, o en el fondo nos manda ese mensaje a los demás países que enfrentamos el riesgo de caer en una dictadura, o que de plano ya estamos en ella. Consciente o inconscientemente nos lo está restregando en la cara a los mexicanos: lo que estamos viviendo es justo el camino que transitó Venezuela.
Corina Machado hace lo que le alcanza, y mucho más. No solo ha puesto de cabeza al dictador Maduro, sino que se da el tiempo de alertarnos en torno al camino que estamos atravesando.
La denigrante postura de Claudia Sheinbaum con su “sin comentarios” cuando ha sido requerida para emitir una postura en torno a Machado, confirma que ésta es un gigante de la democracia y de la defensa de su país, porque el escozor que levanta entre los gobernantes de corte dictatorial, como Sheinbaum, es inversamente proporcional al temor que se le tiene. Además, evidencia la estatura exacta de la venezolana y la de nuestra presidenta: aquella es la dignidad personificada, Claudia es… Claudia es Claudia. Punto. X@jaimelopezmtz



