Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad
Miguel Delibes (1920-2010) Escritor español
Cristóbal Arias tiene, a no dudarlo, varias cualidades, pero la modestia no es ni de lejos una de ellas.
Su evidente preparación intelectual y su oficio político, contrastan con una soberbia que jamás pudo controlar. Este domingo en Morelia volvió a hacer gala de ella.
Arias se ve ya cristalizando su sueño dorado: ser gobernador. Para él, si nos atenemos a sus declaraciones y su comportamiento, no hay rival, ni dentro de Morena ni fuera de ella, que le pueda hacer frente y le impida materializar su anhelo histórico.
Ni con alianzas alcanzará nadie a Morena en el 21, dijo petulante este domingo, en clara alusión a la posibilidad que tejen PRD, PAN y PRI para ir en una candidatura común en la elección de gobernador.
En lo interno, Arias menosprecia a Raúl Morón, a Víctor Báez y no se diga a Roberto Pantoja. Y es cierto, ninguno de ellos alcanza su estatura intelectual, su trayectoria política y su preparación cultural, pero la soberbia del de Churumuco le hace olvidar que ese factor no tendrá la menor influencia a la hora que el dueño de Morena, de la 4T y del país mismo, Andrés Manuel López Obrador, decida quién será el candidato a gobernador. El humor con que éste se levante ese día, de ahí sí dependerá la decisión. Así operan las monarquías.
Arias confía en el peso de Morena, pero no lee que éste puede verse derrumbado este año si se mantienen las ineficacias presidenciales, particularmente las que pegan en la salud de los mexicanos. Ni siquiera la candidatura morenista tiene asegurada, menos la gubernatura.
Me parece que él tiene que avanzar por lo menos en dos renglones para aumentar la posibilidad de volver realidad su sueño: uno, convencer que el Cristóbal bronco, el desestabilizador, el violento, el que no sabía perder y cuando perdía trataba de arrebatar –Luis Martínez Villicaña y Eduardo Villaseñor darían cuenta de ello-, quedó sepultado y que hoy está no sólo en etapa de madurez física, sino política; y dos, que tiene la capacidad de gobernar un estado sin dejarse arrastrar por las insensateces presidenciales, su demagogia y populismo, su opacidad e ineficacia, su visión monárquica y autoritaria, sino que sería capaz de hacerlo desde una visión moderna de centro izquierda, sin desunir a los michoacanos, sin polarizar, sin estigmatizar y sin decisiones aberrantes, es decir, todo lo contrario de López Obrador.
Ah, y una tercera humilde recomendación: que guarde en el baúl a la nada apreciable consejera que es la soberbia, que jamás ayuda y sí contribuye a tirar por la borda muchos proyectos de vida, incluso los que parecen ir en caballo de hacienda. Veremos.
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