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viernes, agosto 1, 2025

CRISTÓBAL Y SU PROBLEMA

El político debe hablar y obrar muchas veces sin haber pensado ni leído

Thomas Macaulay (1800-1859) Poeta británico

 

jaimelopezCristóbal Arias está ante su última oportunidad de materializar el sueño de su vida: ser gobernador. En su longeva carrera ha sido prácticamente de todo, diputado, senador, dirigente partidista, secretario de Gobierno. Pero su máxima aspiración es, sin duda, la que se le ha negado en más de una ocasión.

Ha estado cerca: en dos ocasiones fue candidato del PRD, y en ambas perdió, primero con Eduardo Villaseñor y luego con Víctor Tinoco Rubí, ambos priístas. Veinticinco años después, todo parecía encaminarse a cumplir su sueño: como senador de Morena encabezó durante el último año cuanta encuesta se formuló en relación a las expectativas para la gubernatura, no sólo en ese partido, sino considerando a todos los aspirantes. Pero el clan Cárdenas se le atravesó en el camino y lo desbarrancó, le cobró facturas históricas pendientes. Finalmente, el presidente López Obrador decidió que el candidato fuera Raúl Morón.

Arias encontró acomodo en el naciente Fuerza por México, partido apéndice de la 4T y, por ende, de López Obrador. Para muchos analistas, la elección para gobernador quedó reducida a dos opciones: el propio Morón y el candidato de la alianza PRI, PAN, PRD, Carlos Herrera Tello. Me parece que no es así. Arias, aún en un partido de la “chiquillería”, cuenta con el peso para jugar, ciertamente no como favorito de entrada, pero sí como serio competidor, que arrancaría en un tercer sitio pero no muy detrás de Morón y Herrera, y que basaría sus expectativas de crecimiento en función del tipo de campaña que desarrolle.

Claramente, Arias tiene un problema a resolver: en tanto que la elección en Michoacán, como en todo el país, será un referéndum proamlo contra antiamlo, él debe tomar partido. Por ahora, ha buscado una especie de equilibrio: se maneja como parte del proyecto del presidente, de su 4T, pero tunde parejo de Mario Delgado y los Cárdenas, para abajo. Es decir, procura no confrontarse con López Obrador, pese a que sabe que éste ordenó sacarlo de la jugada, por la razón que haya sido.

En general, podría decirse que la campaña iniciaría con Morón con unos 25 o 26 puntos, Herrera unos dos o tres abajo y Arias con alrededor de trece a quince. Nada mal, porque esos puntos los obtiene él solo, al margen del partido, contrario a sus oponentes. Pero si alguna oportunidad tiene de acercarse a éstos, será por el tipo de mensaje clave que posicione: ¿gobernaría como una réplica de AMLO, a la 4T, o como el político experimentado que haría a un lado esquizofrenias ideológicas en busca de un mejor Michoacán?

En campaña, ya no le alcanzará con mantenerse en el punto de equilibrio de no chocar con el presidente, aunque sí arremeter contra sus candidatos. En campaña, y dado que deberá escalar posiciones desde el tercer sitio en que arrancará, Arias deberá fijar una clara posición. Mantenerse proamlo no le servirá, porque Morón lleva mano en ese terreno. El choque frontal con el presidente seguramente tampoco, por los riegos que implica, pero sí un deslinde inteligente, sutil pero firme, de la 4T, por el desastre que es como gobierno. Me parece que en ello radican sus expectativas. Veremos.

twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

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