Un año más tarde desearás haber empezado hoy
Karen Lamb (1952-2001) Actriz norteamericana
Brozo lo advirtió por allá en enero: no se le vaya a ocurrir al presidente darle un sesgo electorero al programa de vacunación contra el covid-19. La suspicacia desató el furor del propio Andrés Manuel López Obrador y de sus acólitos, pero era una clara premonición, que terminó por materializarse.
Los hechos confirman que lo advertido por Brozo no era infundado: el gobierno se aseguró de vacunar, antes que a nadie, a sus promotores ideológicos, disfrazados de “servidores de la nación”, jóvenes casi todos. Ahora, ha iniciado una veloz campaña para inmunizar al sector magisterial, seguro de que éste es afín a la 4T y que en junio votará por los candidatos de Morena. En cambio, millones de médicos que trabajan por su cuenta, no en las instituciones gubernamentales, siguen siendo enviados al rincón de la ignominia. Ya en el cuarto mes de la vacunación, y apenas se va terminando de inmunizar a adultos mayores de sesenta años, pero los médicos ajenos al IMSS, al ISSSTE y a la Secretaría de Salud, siguen siendo ignorados, por la sencilla razón de que al presidente no se le da la gana vacunarlos.
La razón es clara: los servidores de la nación son fundamentales para promover que la vacunación es resultado del enorme corazón del presidente, y los maestros para votar por la 4T. En cambio, es altamente improbable que el personal de salud, sobre todo el vapuleado del sector privado, vaya a apoyar al proyecto lopezobradorista el 6 de junio.
Esa aberración solo cabe en un país dirigido por el populismo. Así, este jueves se generó un episodio más que confirma por qué México es el peor lugar en el mundo para enfrentar la pandemia: por una parte se anuncia con bombo y platillo que cincuenta mil maestros michoacanos ya fueron vacunados, y ello en tiempo récord, pero por parte el Colegio de Médicos de Michoacán amaga con interponer un amparo ante la justicia federal, tratando de que ésta obligue al gobierno a vacunar a todo el personal del sector salud privado, médicos, enfermeras, camilleros, administrativos, etcétera.
Pero lo más absurdo de todo es que el propio López Obrador ha fustigado a los médicos que ya han ganado amparos en otros estados, acusándolos de querer romper el orden que lleva el programa de vacunación. Que esperen su turno, ha dicho tajante, como si no estuvieran en la auténtica primera línea de batalla de la pandemia. Es de esperarse que los médicos michoacanos no se arredren y luego que la justicia federal los arrope con una orden a la Secretaría de Salud para que todos ellos sean vacunados de inmediato. Eso sería darle un poco de cordura al caos que en que se ha convertido el programa de vacunación, absolutamente tendencioso y manipulado, como anticipó en enero Brozo.
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